Foto de la manifestación para reivindicar el impacto del sinhogarismo en la salud

Foto de la manifestación para reivindicar el impacto del sinhogarismo en la saludCáritas- Cedida

Las entidades piden desbloquear la ley catalana de sinhogarismo: cada vez más personas duermen en la calle

La Xarxa d’Atenció a Persones Sense Llar y Cáritas Diocesana de Barcelona alertan de que vivir en la calle reduce 25 años la esperanza de vida y reclaman garantizar el empadronamiento y el acceso a una vivienda digna

Las 39 entidades que integran la Xarxa d’Atenció a Persones Sense Llar de Barcelona, entre ellas Cáritas Diocesana de Barcelona, han denunciado este 27 de noviembre en la plaza de Sant Jaume el impacto del sinhogarismo en la salud y la calidad de vida, y han urgido al Parlament a acelerar la tramitación de la ley catalana de medidas transitorias y urgentes para hacer frente y erradicar esta realidad. Bajo el lema «Sin hogar, pero con sueños», alrededor de 200 personas sin techo participaron en una acción teatral para visibilizar las trabas administrativas, la falta de vivienda y la exclusión que siguen sufriendo en la capital catalana.

Un fenómeno que acorta la vida

Según los datos difundidos por la red XAPSLL, vivir en la calle o en infraviviendas sitúa la esperanza de vida de estas personas en torno a los 57 años, es decir, unos 25 años menos que el resto de la población. La combinación de descanso precario, mala alimentación, estrés constante, ansiedad y dificultades de acceso a los servicios sanitarios agrava de forma notable las enfermedades físicas y los problemas de salud mental.

Las entidades advierten de que residir en la calle o hacinado en habitaciones de realquiler provoca graves consecuencias emocionales por la inseguridad, la falta de intimidad y las tensas condiciones de convivencia, factores que empujan a la depresión y al deterioro psicosocial. En este contexto, Cáritas Diocesana de Barcelona subraya que la exclusión residencial no es solo una cuestión asistencial, sino una vulneración sostenida de derechos básicos.

Más personas en la calle pese al aumento de recursos

El manifiesto recuerda que en las calles de Barcelona duermen actualmente 1.581 personas, un 14 % más que en octubre de 2024, cuando eran 1.386, y que unas 330 lo hacen en asentamientos. Paralelamente, los recursos de atención al sinhogarismo y la administración local acompañan y alojan en distintos dispositivos a 2.860 personas, una cifra que ilustra el esfuerzo desplegado, pero que no logra frenar el crecimiento del fenómeno.

Desde los servicios municipales de atención al sinhogarismo se insiste en que la solución no puede basarse únicamente en abrir más plazas, sino en un «abordaje integral y de paso» que combine acompañamiento social, oportunidades laborales, acceso a la sanidad y soluciones estables de vivienda. Cáritas Diocesana de Barcelona se alinea con esta visión y reclama políticas estructurales que aborden tanto la emergencia como las raíces de la exclusión.

Derecho al padrón y a una ley eficaz

Las entidades sociales ponen el acento en las dificultades de empadronamiento que sufren muchas personas sin hogar, pese a que este trámite es condición previa para acceder a sanidad, educación, empleo y ayudas sociales. Recuerdan que, según datos de ECAS, al menos 37 ayuntamientos catalanes ponen trabas al empadronamiento de personas en situación de sinhogarismo, municipios que concentran alrededor del 40 % de la población de Cataluña.

Frente a esta realidad, XAPSLL y Cáritas Diocesana de Barcelona reclaman garantizar el empadronamiento sin domicilio fijo en todos los municipios, siguiendo el ejemplo de Barcelona, que dispone de circuitos específicos para asegurar este derecho. Las organizaciones insisten en que, sin documentación, «nada de esto es posible» y se perpetúan situaciones de extrema vulnerabilidad que impiden una vida digna

Acelerar la ley catalana y ampliar el parque de vivienda

En el plano político, las entidades urgen a contar con un marco legal catalán que proteja de manera efectiva a las personas sin techo y sin vivienda, y piden acelerar la tramitación de la proposición de ley de medidas transitorias y urgentes para hacer frente y erradicar el sinhogarismo, actualmente encallada en el Parlament. Reclaman que esta norma reconozca derechos, defina obligaciones claras de las administraciones y dote los recursos necesarios para que nadie se vea obligado a vivir en la calle.

Al mismo tiempo, las organizaciones advierten de las carencias estructurales del mercado de la vivienda en Cataluña y apelan a un compromiso real con el incremento del parque de vivienda social y asequible, como condición indispensable para ofrecer salidas estables. Cáritas Diocesana de Barcelona insiste en que, sin acceso a un hogar digno, independientemente de la situación administrativa de la persona, resulta imposible hablar de verdadera inclusión ni de respeto a la dignidad humana.

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