Illa, humillado por Junts y ERC entre gritos de «independencia» en una entrega de premios en Barcelona

El socialista Salvador Illa ha basado su primer año de mandato al frente de la Generalitat insistiendo en el mantra de la pacificación tras el procés, cediendo a las exigencias de sus socios separatistas en aspectos como la lengua o la financiación y confiando en que así volvería la «concordia» a Cataluña. Sin embargo, pese a sus concesiones lo cierto es que los independentistas le recuerdan una y otra vez que no le ven como uno de los suyos, y que no han desaparecido, ni mucho menos.

El último ejemplo tuvo lugar este lunes, durante la ceremonia de entrega del 57º Premio de Honor de las Letras Catalanas, un acto organizado por la entidad separatista Òmnium Cultural en el que se galardonó al filósofo, teólogo y traductor Pere Lluís Font. El acto se celebró en el Palau de la Música de Barcelona, pero lo que tenía que ser un evento cultural se convirtió en una suerte de escrache independentista a Illa.

Si Pablo Iglesias hizo célebre la desafortunada expresión «jarabe democrático» para referirse al acoso a los líderes políticos en sus domicilios, lo de ayer en el Palau bien puede verse como una suerte de «jarabe independentista». La performance nacionalista tuvo dos partes: Illa fue recibido al llegar con gritos de «independencia, independencia», y aún tuvo que soportar otra tanda más al acabar.

Tras concluir el acto, después de que terminase el himno catalán, Els Segadors, los asistentes volvieron a corear «independencia, independencia». Illa, visiblemente incómodo, bajaba la cabeza. A los gritos se habían sumado también el presidente del Parlament, Josep Rull, sonriente al ver el bochorno de Illa, sentado a su lado, así como los expresidente Artur Mas y Pere Aragonès.

En los vídeos del acto también se puede ver al consejero de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, la «cuota» de ERC en el gobierno de Illa. Tal vez por respeto a su cargo, se contuvo de sumarse a los coros, pero miraba la situación con una sonrisa, divertido. El presidente de Òmnium, Xavier Antich, reivindicó durante su discurso la figura del fugado líder de Junts, Carles Puigdemont.