El alcalde Jaume Collboni presenta el cartel de La Mercè 2025

El alcalde Jaume Collboni presenta el cartel de La Mercè 2025Europa Press

El alcalde de Barcelona hace oídos sordos a las críticas y volverá a excluir la misa del programa de La Mercè

Desde el gobierno municipal aseguran que el polémico cartel de la fiesta mayor «en ningún caso se ha inspirado en ningún motivo o figura religiosa»

Las duras críticas del Arzobispado de Barcelona al cartel de la fiesta mayor de Barcelona, La Mercè, no han sido bien recibidas en el seno del gobierno municipal, liderado por el socialista Jaume Collboni. Desde la archidiócesis se lamentaba que la imagen escogida este año intente «ridiculizar» la imagen de María y use de forma «irreverente» elementos de la iconografía católica, como la corona de la Virgen o la composición de un retablo barroco.

La respuesta del Ayuntamiento de Barcelona fue rápida y tajante. «Defendemos la libertad creativa del autor, que en ningún caso se ha inspirado en ningún motivo o figura religiosa para diseñar el cartel», aseguran. Se remiten a una explicación hecha por el propio artista, el cineasta Lluís Danés, que defiende su obra como «un artefacto poético, inclusivo, respetuoso y festivo que quiere conectar con todo el mundo».

Una intención que, a la vista está, ha fracasado, dado que desde el arzobispado se ve la propuesta como una ofensa y se recuerda que «en democracia deben respetarse los sentimientos del prójimo». Para Danés, no obstante, en su obra «no hay dogma ni símbolos ambiguos», y asegura que la inspiración no viene de las iglesias sino «de los teatrillos ambulantes».

Las críticas al cartel también han sumado el rechazo de varios partidos de la oposición. Tanto Vox como el PP han criticado el cartel en la misma línea que el arzobispado. Para el líder popular en el consistorio, Daniel Sirera, la imagen «es una provocación ideológica que ridiculiza a la patrona de nuestra ciudad y ofende a miles de barceloneses», mientras que el líder de Vox, Gonzalo de Oro, lamenta el mal gusto de la propuesta.

«La Virgen aparece bailando en un circo, rodeada de hombres vestidos de mujer y enseñando su ropa interior», critica de Oro en un comunicado en el que se declara harto de «payasadas» y exige «respeto» al gobierno municipal.

La misa de la Mercè

La andanada del arzobispado liderado por el cardenal Juan José Omella incluía un último punto: reclamaban que el consistorio sí incluyese este año la Misa pontifical en la Basílica de la Mercè en el programa oficial de las fiestas. Sin embargo, la intención de Collboni es ignorar un año más esta petición.

La justificación del Ayuntamiento para negarse a incluirla en el programa oficial, según señalan fuentes internas a El Debate, es que «ya hace años que la misa no va en el programa oficial». En concreto, desde 2015, cuando por mandato de la entonces alcaldesa Ada Colau se suprimió el anuncio de la liturgia. Colau, además, nunca asistió a esta misa en sus dos legislaturas.

El año pasado Collboni sí estuvo en la basílica, junto a Salvador Illa o Josep Rull, pero lo hizo tras una tensa polémica, ya que originalmente el Ayuntamiento sí había incluido la misa en el programa, pero después la borró de todos los folletos, alegando que había sido un error técnico. El párroco de la basílica, indignado, llegó a amenazar con recibir a las autoridades «tocando a muertos».

La misa, finalmente, se celebró con normalidad, ya que unos y otros optaron por ignorar el choque. Sin embargo, este vuelve a resurgir ahora, dejando en evidencia que el desprecio de Colau por todo lo que huela a incienso ha sido heredado por el actual alcalde, algo que también se puede comprobar en decisiones como la polémica retirada del belén público de la plaza Sant Jaume la pasada Navidad.

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