El pesebre «suave, pero firme» de la Catedral de Barcelona pone en primer plano el misterio de la Navidad

La Catedral de Barcelona inaugurará este viernes el pesebre que acostumbra a instalar en su claustro. El belén, que se podrá visitar durante todo el Adviento y las fiestas de Navidad, hasta el 11 de enero, está inspirado este año en la expresión latina suaviter in modo, fortiter in re, que significa «suave en las formas, firme en el fondo», o «firme en el propósito» y que se atribuye al escritor romano Quintiliano.

Un pesebre suave, pero firme, pues, que desde la Catedral pretenden que «invite a reflexionar sobre la ternura del nacimiento de Jesús y la fuerza de su mensaje», señalan en un comunicado. El belén, de factura clásica, «pone de relieve cómo en el nacimiento de Jesús se encuentran la ternura de un niño nacido en la humildad y la fuerza de Dios que se hace presente en medio del mundo».

El Cabildo de la Catedral quiere remarcar esta idea, y subrayar la «delicadeza» del nacimiento de Cristo –ese «Dios de las cavernas» al que se remitía Chesterton, viendo en el pesebre un nuevo origen del mundo– con «la profundidad del mensaje de la Navidad, que trae una promesa de paz, justicia y esperanza para toda la humanidad», así como de «fraternidad con los hermanos».

Ternura y firmeza

El Cabildo también ve en el Nacimiento una invitación a «acoger con ternura a aquel que es diferente, desde una identidad firme, marcada por este mensaje de amor». Como es habitual, en el belén de la Catedral juega un papel central la vegetación y la naturaleza: un camino de luces y espigas guiará al visitante «de manera sutil» hasta el centro del pesebre.

Este contraste entre la ternura y la firmeza también se ve en la elección de las gramíneas, que conjugan «fragilidad y fuerza», «invitando a descubrir cómo lo sencillo puede contener la luz más grande», señalan desde la Catedral. Este domingo, primero de Adviento, se realizará la bendición del belén tras la misa conventual de las 10:30.