El alcalde de Valencia, Joan Ribó, junto al diputado nacional de Compromís, Joan Baldoví.

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, junto al diputado nacional de Compromís, Joan BaldovíEUROPA PRESS

Elecciones 28-M  Nueva incoherencia de Compromís con el feminismo: ninguno de los cuatro principales candidatos es mujer

Los aspirantes a la presidencia de la Generalitat y a las alcaldías de las tres capitales de provincia son hombres, mientras a Aitana Mas le entorpecieron su candidatura regional

Aunque son poco amigos de todo lo que sea o suene a español, a los dirigentes de Compromís se le pueden aplicar ciertos refranes y dichos populares patrios a la hora de entender y analizar sus actuaciones.
Uno de los campos donde más encajarían proverbios sería en el del feminismo, una de las causas abanderadas por los nacionalistas. Sin olvidar el descrédito y la total falta de apoyo a la víctima de los abusos sexuales del marido de su exlíder, Mónica Oltra, en las elecciones locales y autonómicas los nacionalistas vuelven a mostrarse incoherentes a la hora de la defensa de este movimiento social.
En este caso, 'haz lo que digo y no lo que hago' o 'consejos vendo y para mi no tengo' podrían ser aplicables a la coalición. Durante toda su existencia y especialmente en los últimos años, Compromís ha vendido el relato de que si un candidato es mujer, este hecho supone un valor añadido. No lo han justificado de ninguna manera, pero siempre se han mostrado orgullosos de esa máxima.
Sin embargo, ninguno de los cuatro principales aspirantes el próximo 28 de mayo es mujer. Todos hombres. Por relevancia del cargo al que aspiran, el más importante de ellos es el candidato a la presidencia de la Generalitat Valenciana, Joan Baldoví.
Sustituto de Oltra tras su retirada forzosa de la política debido a su imputación, el todavía diputado en el Congreso es quien ahora lleva las riendas del partido, que por primera vez se enfrenta a las urnas sin la referencia de quien ha sido su faro desde que la coalición tomó forma.

Pugna Baldoví-Aitana Mas

De no haber sido Baldoví, la alternativa natural habría sido la actual vicepresidenta, Aitana Mas, siguiendo así el camino marcado cuando heredó las innumerables competencias que Oltra tenía como 'número dos' de Ximo Puig y consejera de Igualdad.
Cuando casi de la noche a la mañana Compromís se vio huérfano de liderazgo interno, la propia Mas deslizó entre los órganos del partido su intención de presentarse a las primarias de la formación y, en caso de ganarlas, optar a la presidencia autonómica.
Esa era su idea y lo fue hasta prácticamente el último momento. Incluso cuando Baldoví se le adelantó e hizo público su regreso a la política regional para intentar presidir la Generalitat, la vicepresidenta siguió con su plan.
No obstante, la coalición se convirtió durante la segunda parte de 2022 en un polvorín jamás visto anteriormente, con disputas constantes entre las tres familias que la integran. En ese contexto de inestabilidad, Baldoví se supo manejar mejor e hizo todo lo posible para desactivar los planes de Mas.
Lo logró, por lo que la sucesora de Oltra renunció a ser la cabeza de cartel de Compromís el 28 de mayo y se conformó con liderar la papeleta de la formación por la provincia de Alicante.
Tampoco hay candidatura femenina a la alcaldía de Valencia. Después de sufrir una hernia que le llevó a estar unos días en silla de ruedas, los rumores sobre el estado de salud del regidor levantino, Joan Ribó, se dispararon, llegando incluso a poner en cuestión que se optara a la reelección.
Finalmente, superó sus problemas y confirmó que se presentaría al proceso de primarias interno. Ribó no tuvo oposición alguna y aspirará a un tercer mandato. Aunque entra en el terreno de la especulación y no de los hechos, si el alcalde de Valencia hubiese declinado ser candidato, la estructura del Gobierno municipal hace pensar que su sustituto tampoco sería una mujer. De ser así, habría sido Sergi Campillo.
Es el actual concejal de Ecología Urbana, Emergencia Climática y Transición, Energética, además de segundo teniente de alcalde. Entre él y Ribó solo se encuentra la vicealcaldesa Sandra Gómez, pero forma parte del PSPV-PSOE. Por tanto, Campillo es el cargo más importante de Compromís tras el del primer edil.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, junto a la exvicepresidenta valenciana Mónica Oltra.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, junto a la exvicepresidenta valenciana Mónica Oltra.MÓNICA OLTRA/INSTAGRAM

Ribó no cumple, por ende, con el feminismo que tanto predica, pero tampoco lo hace con su propia promesa. Antes de acceder a la alcaldía su obsesión era desmarcarse totalmente de Rita Barberá, regidora durante veinticuatro años. Por ello, se comprometió a no ocupar el cargo más de dos legislaturas. Tras las elecciones de 2015 y 2019, si los números le dan, el del 28-M ya sería el tercer mandato.
Por población, la tercera ciudad de la Comunidad Valenciana es Alicante. Allí quien aspira a la alcaldía representando a Compromís es otro hombre, Rafa Mas.
En la ciudad, las encuestas pronostican que el popular Luis Barcala no tendría grandes problemas para revalidar la alcaldía. Sería la primera fuerza con claridad y estaría cerca de conseguir el deseado concejal número quince para lograr la mayoría absoluta. Aunque no fuese así, un hipotético pacto con Vox le daría el bastón de mando.
Por último, quien encabeza la papeleta nacionalista para la alcaldía de Castellón es Ignasi García. Por su parte, los dos grandes partidos sí presentan a sendas candidatas mujeres. El PSPV-PSOE lo fía todo a Amparo Marco, vigente regidora, mientras el PP apuesta por Begoña Carrasco para recuperar el Consistorio castellonense.
En resumen, Compromís vuelve a demostrar por la vía de los hechos que el feminismo del que tanto habla se evapora una vez el tuit ya está publicado o se apagan las cámaras de televisión. Las cuatro principales plazas cuentan con hombres y en la más importante, la presidencia de la Generalitat, una mujer quiso aspirar a ella y fue víctima de su propio partido, que no dudó en hacerle renunciar.
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