Casa Carbonell de Alicante
El imponente edificio de Alicante que se alzó por orgullo y un desplante
La Casa Carbonell destaca por su estética afrancesada, con una fachada elegante y ornamentada, propia del gusto arquitectónico de la época
En el corazón de Alicante, junto al puerto y la Explanada de España, se alza un edificio emblemático cuya historia está marcada por el orgullo, la venganza y la necesidad de una mejor calidad de vida. La Casa Carbonell, uno de los inmuebles más representativos de la ciudad, no solo destaca por su arquitectura elegante y majestuosa, sino por las motivaciones que llevaron a su construcción.
Para entender el origen de este imponente edificio, es necesario remontarse a 1918. En aquel año, Enrique Carbonell Antolí, un próspero empresario textil procedente de Alcoy, viajaba con frecuencia a Alicante. Sin embargo, en uno de sus desplazamientos sufrió un desafortunado incidente: su ropa quedó completamente sucia y, en busca de un lugar donde asearse, intentó hospedarse en el prestigioso Hotel Palas.
Para su sorpresa, los empleados del hotel le negaron la entrada, juzgando su apariencia descuidada. La humillación sufrida dejó una huella profunda en el empresario, quien decidió tomar represalias de una manera inusual: construyendo un edificio de mayor lujo y esplendor justo al lado del hotel que le había rechazado.
La salud de su hija
Otra teoría sobre la construcción del edificio apunta a motivos médicos. El alcoyano tenía dos hijas, Herminia y Enriqueta. La primera padecía problemas cardíacos y, según los médicos de la época, debía residir al nivel del mar para mejorar su salud. Este motivo le habría obligado a abandonar las montañas del interior.
Construcción de la Casa Carbonell
Así, el empresario habría decidido trasladar a su familia y construir el inmueble, estableciendo su vivienda en el piso principal del edificio. El resto de los pisos y los locales serían alquilados para generar ingresos.
La construcción de un emblema
Con la firme intención de erigir un edificio sin precedentes en Alicante, se encargó el proyecto al renombrado arquitecto local Juan Vidal Ramos. Las obras se extendieron durante varios años y, finalmente, en 1925 la Casa Carbonell fue inaugurada.
Sin embargo, Enrique Carbonell falleció antes de la finalización de la construcción y nunca llegó a vivir allí. Su viuda y su hija Enriqueta sí residieron en el edificio, aunque Herminia, quien motivó la mudanza de la familia a Alicante, terminó regresando a Alcoy.
Características arquitectónicas
La edificación destaca por su estética afrancesada, con una fachada elegante y ornamentada, propia del gusto arquitectónico de la época. Entre los materiales empleados en su construcción resaltan los elementos nobles, como el mármol en los zaguanes, la piedra arenisca para el zócalo, y el hierro y cristal en marquesinas y cerrajerías. La cubierta, por su parte, está decorada con pizarra simulada, dotando al conjunto de una presencia imponente.
El inmueble cuenta con una planta baja destinada a locales comerciales y oficinas, mientras que el resto del edificio alberga viviendas, organizadas en cuatro por planta. La combinación de funcionalidad y lujo ha permitido que, un siglo después de su inauguración, la Casa Carbonell siga siendo una referencia arquitectónica en la ciudad.