(Foto de ARCHIVO)
Nubes, amanecer, playa

EUROPA PRESS
11/5/2020

Imagen de archivo de un amanecer en la playaEuropa Press

El pueblo que ha dormido a 10,3 grados este miércoles 20 de agosto

La madrugada del miércoles 20 de agosto ha traído un respiro térmico al interior de la Comunidad Valenciana tras semanas de calor extremo. En plena alerta amarilla por lluvias y tormentas, la irrupción de la inestabilidad ha dejado un descenso notable de las temperaturas nocturnas, con registros que recuerdan más a finales de septiembre que a pleno agosto.

Según los datos de la Asociación Valenciana de Meteorología (AVAMET), la localidad castellonense de Villafranca, ha anotado la mínima más baja con apenas 10,3 grados, consolidándose como el enclave más frío de la región. Muy cerca se ha quedado Castielfabib, en el Rincón de Ademuz, con 10,8 grados, mientras que en el norte de la provincia de Castellón, la Pobla de Benifassà ha descendido hasta los 11,8 grados.

Las mínimas se han movido en valores frescos en buena parte del interior. En la comarca del Valle de Ayora, ha marcado 12,4 grados, y La Vega, también en Ayora, ha registrado 12,6 grados. En el Alt Maestrat y Els Ports, Castellfort ha amanecido con 12,7 grados, y Ares del Maestrat, tanto en la estación de Electra del Maestrazgo como en la del Pla de la Pinella, ha repetido valor con 12,8 grados. El mismo dato se ha alcanzado en Enguera, en el interior sur de Valencia, y en la Puebla de San Miguel, en el Rincón de Ademuz, donde el mercurio ha bajado hasta los 12,9 grados.

Estos registros, inusuales para la segunda quincena de agosto, ponen de manifiesto el cambio de escenario que vive la Comunidad Valenciana tras la retirada de la última ola de calor. La entrada de aire más fresco en altura, unida a la elevada humedad acumulada, ha favorecido la formación de tormentas acompañadas de lluvia intensa y aparato eléctrico.

La Agencia Estatal de Meteorología mantiene activada la alerta amarilla por precipitaciones y tormentas en varias comarcas del interior de Castellón, así como en el sur de Valencia y norte de Alicante. Se espera que en algunos puntos las lluvias puedan superar los 30 litros por metro cuadrado en apenas una hora, lo que incrementa el riesgo de acumulaciones importantes en áreas montañosas y cauces secundarios.

La combinación de tormentas eléctricas y lluvias torrenciales obliga a extremar la precaución en desplazamientos y actividades al aire libre. Además, Protección Civil insiste en evitar las zonas de barrancos y carreteras secundarias que puedan verse afectadas por la escorrentía.

Este episodio marca un claro contraste con las jornadas anteriores, cuando la Comunidad Valenciana sufría una de las olas de calor más intensas y prolongadas del verano. A primera hora de la mañana, sin embargo, los termómetros ya volvían a ascender rápidamente y en algunas capitales superaban los 27 grados antes de las diez, reflejo de la fuerte oscilación térmica propia de este tipo de situaciones meteorológicas.

El alivio nocturno en el interior llega acompañado de la incertidumbre propia de las tormentas estivales, que seguirán condicionando la jornada en varios puntos de la geografía valenciana. La transición entre el calor sofocante y la inestabilidad tormentosa vuelve a poner de manifiesto la fragilidad del equilibrio climático en pleno verano mediterráneo.

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