Imagen de archivo de la presidenta de la Diputación de Castellón Marta Barrachina

Imagen de archivo de la presidenta de la Diputación de Castellón, Marta BarrachinaDiputación de Castellón

El PSOE admite su impotencia frente a la 'Ayuso' del PP en la Comunidad Valenciana

Los socialistas equiparan a la presidenta de la Diputación de Castellón, que Gobierna con mayoría absoluta, con la de la Comunidad de Madrid

La Diputación de Castellón se ha transformado en una rareza dentro de la política valenciana. Mientras el Partido Popular logró recuperar poder en las elecciones de 2023 gracias a pactos con Vox en la Generalitat y en numerosos ayuntamientos, en la institución provincial castellonense gobierna con mayoría absoluta, sin necesidad de alianzas. Esta circunstancia le ha dado a Marta Barrachina, actual presidenta, un margen de maniobra y una autoridad que la han colocado en el centro del debate político regional, hasta el punto de ser comparada con la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso.

En el actual panorama político español, marcado por la fragmentación y los pactos forzados, Barrachina en Castellón y Ayuso en Madrid representan dos de las pocas dirigentes del Partido Popular que han conseguido mayorías absolutas sin depender de otras formaciones. Ambas comparten un estilo político basado en liderazgos firmes, discursos de identidad propia y la estrategia de no supeditar su agenda a exigencias de socios incómodos. La comparación, que ya circulaba en medios y corrillos políticos, ha acabado llegando también a los plenos institucionales.

En el último pleno ordinario de septiembre, Samuel Falomir, secretario general del PSPV-PSOE en la provincia y portavoz socialista en la Diputación, lo dejó claro. «Igual Barrachina quiere pasar a la historia como la presidenta provincial que más oposición ha intentado hacer a un Gobierno de España desde esta casa. E incluso quiere competir a la señora Ayuso a ver quién es capaz de decir la barbaridad más gorda o descalificar con más contundencia al adversario», ironizó. Y es que Barrachina, desde su llegada a la Diputación, no ha dudado en alzar la voz contra Pedro Sánchez para reclamar más recursos para la provincia.

El secretario general del PSPV de Castellón, Samuel Falomir

Imagen del secretario general del PSPV de Castellón, Samuel FalomirEuropa Press

La presidenta ha hecho de la reivindicación su sello político. En el pleno de agosto, la Diputación de Castellón aprobó una moción impulsada por el equipo de gobierno para exigir al Ejecutivo central una financiación más justa y la revisión de las reglas fiscales. La propuesta, que recibió el voto en contra del PSOE y la abstención de Compromís, pedía que las entidades locales recibieran más recursos del Estado en proporción a la recaudación tributaria y al aumento de población de la provincia.

Reivindicaciones de Barrachina

El texto también instaba a revisar el marco fiscal vigente para adaptarlo a la coyuntura económica y permitir a las haciendas locales un mayor margen de maniobra sin poner en riesgo la estabilidad de las cuentas. Además, reclamaba una reforma urgente del sistema de financiación local en paralelo a la autonómica.

Pese a estas demandas, Barrachina sigue sin conseguir reunirse con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a quien ha solicitado encuentros desde abril de 2024. «Se va a alzar la voz las veces que hagan falta hasta que escuchen y la provincia de Castellón deje de ser ninguneada», advirtió. Recordó que la provincia es una de las que más ha incrementado su recaudación en los últimos tres años, sin que ese esfuerzo se refleje en mayores transferencias estatales.

La presidenta lamentó que «en el año 2025 las cifras entregadas a las administraciones locales hasta ahora han sido las mismas que en 2023, sin tener en cuenta el aumento real de la recaudación de impuestos por parte del Gobierno de España ni del aumento de la población en la provincia que ha tenido un incremento del 6,1 %». Denunció también la ausencia de nuevos Presupuestos Generales del Estado, que impide a las entidades locales destinar sus superávits a inversiones, ya que no se ha prorrogado la disposición adicional sexta de la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

Imagen del pleno ordinario del mes de septiembre de la Diputación de Castellón donde se ha aprobado la moción

Imagen del pleno ordinario del mes de septiembre de la Diputación de Castellón donde se ha aprobado la mociónDiputación de Castellón

Barrachina insiste en que seguirá defendiendo «la autonomía local y el municipalismo» y reclama que los gobiernos locales reciban con carácter urgente las entregas a cuenta actualizadas. En ese sentido, la moción aprobada en agosto volvió a instar al Ejecutivo central a «actualizar e incrementar las asignaciones por participación en los tributos del Estado» y «revisar y actualizar las reglas fiscales» para adecuarlas a la realidad de los ayuntamientos.

El liderazgo de Marta Barrachina se apoya en una mayoría absoluta de 14 diputados provinciales frente a los 10 del PSPV-PSOE, 2 de Compromís y 1 de Vox. Un panorama que recuerda al de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, donde el PP obtuvo 71 escaños, superando la barrera de la mayoría absoluta y gobernando en solitario. Tanto en Castellón como en la capital española, el Partido Popular ha logrado reforzar liderazgos propios sin depender de pactos.

La diferencia con el resto del mapa valenciano resulta evidente. En la Generalitat, Carlos Mazón gobierna en minoría con 40 de los 99 diputados tras romper con Vox, mientras la oposición mantiene un peso relevante con 31 escaños para el PSOE, 15 para Compromís y 13 para Vox. Frente a esa fragmentación, la Diputación de Castellón se erige como un caso singular: un bastión estable en manos del PP y un espacio donde Barrachina ha consolidado un liderazgo propio que, de mantenerse, puede reforzar su papel estratégico en el partido de cara al próximo ciclo político.

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