Imagen del interior del local galardonado con un Solete navideño en Valencia
Un local inspirado en los años 70 en Valencia se alza como uno de los Soletes navideños del 2025
La Navidad ya asoma en cada esquina y las ciudades lucen esos destellos que anuncian que la temporada más luminosa del año ha comenzado. Las calles se llenan de colores, los grandes árboles presiden plazas y avenidas, y los planes invernales empiezan a tomar forma entre tazas humeantes y ganas de resguardarse del frío. La ciudad de Valencia vive estas semanas con una oferta casi inabarcable de bares, cafeterías y restaurantes que se llenan desde primera hora. Entre ellos, uno destaca por su estética nostálgica y por haberse colado recientemente en la nueva lista de Soletes de Navidad: Ultramarinos Pope.
El reconocimiento llega de la mano de la Guía Repsol, que acaba de anunciar en Granada más de 300 nuevos establecimientos seleccionados por su ambiente cercano y su propuesta desenfadada. La lista, que este año incorpora también vinotecas e incluso conventos que elaboran dulces artesanales, incluye 21 direcciones en la Comunidad Valenciana. Entre ellas se encuentra este local que, en cuestión de meses, se ha convertido en uno de los lugares más comentados de la ciudad.
Ubicado en la Alameda, Ultramarinos Pope es el cuarto de un modelo que ya ha hecho escuela en Valencia. Tras la estela del Ultramarinos del Cabañal, el Ultramarinos Huerta y La Chata, este nuevo espacio ideado por Juan Sancho y Susana Garrido recupera el espíritu de las antiguas tiendas de los años 70, aquellas donde se mezclaban conversación, compra diaria y un ambiente inconfundible. Su propuesta, pensada para funcionar sin cocina tradicional, combina barra, tienda y cinco áreas diferenciadas —terraza, charcutería, bar, cambra y sala de catas— en un espacio capaz de acoger a un centenar de personas.
Esa versatilidad explica parte de su éxito. Desde primeras horas de la mañana hasta la medianoche, el local permite desayunar, almorzar, tomar el aperitivo, improvisar una comida ligera, brindar con un cóctel al caer la tarde o simplemente desconectar después del trabajo. Su carta, sencilla y bien ejecutada, gira en torno a productos reconocibles: las célebres cocas de Xàbia, tablas de quesos y jamón ibérico, burrata, pastrami y una selección de artículos gourmet que también pueden llevarse a casa. El precio medio, entre 20 y 30 euros por persona, lo convierte en una opción accesible para el día a día sin renunciar a un toque especial.
La llegada del Solete de Navidad confirma lo que muchos valencianos ya intuían, que Ultramarinos Pope ha sabido despertar algo más que nostalgia. En plena temporada festiva, cuando la ciudad brilla con más intensidad que nunca, este local ofrece un refugio cálido donde la estética setentera se mezcla con la vida contemporánea de una Valencia que sigue sumando espacios singulares a su mapa gastronómico.