El capitán de fragata de la Armada española Jaime Muñoz-Delgado Pérez

El capitán de fragata de la Armada española Jaime Muñoz-Delgado PérezArmada Española

Fuerzas Armadas  El comandante de la fragata que protege un portaaviones británico: «Tenemos una capacidad única antimisiles»

Desde finales de abril, la fragata española Méndez Núñez está integrada en el Grupo de Combate del portaaviones de la marina británica HMS 'Prince of Wales'. El objetivo principal de esta iniciativa europea es realizar operaciones complejas mientras se navegan juntos por el Indo-Pacífico —dentro del despliegue Highmast—.

El comandante de la fragata Méndez Núñez, el capitán de fragata Jaime Muñoz-Delgado Pérez, explica en una entrevista difundida por el Estado Mayor de la Defensa las claves del despliegue en el Indo-Pacífico. Según señala, la participación en agrupaciones multinacionales es una práctica habitual para la Armada española, que «impulsa activamente este tipo de iniciativas internacionales» y colabora frecuentemente con la OTAN y con marinas aliadas como las de Estados Unidos o Francia. En este caso concreto, la integración se ha producido en el marco de la Iniciativa Europea de Interoperabilidad de Grupos de Portaaviones (ECGII), y representa —en su opinión— una oportunidad valiosa para mejorar el adiestramiento y la interoperabilidad de los buques españoles.

Imagen de la fragata Méndez Núñez

Imagen de la fragata Méndez Núñez

Muñoz-Delgado destaca que, aunque el grupo del Príncipe de Gales está liderado por un mando británico y compuesto en gran parte por unidades del Reino Unido, se trata de una agrupación multinacional en la que algunas unidades participantes de forma permanente y otras, como la Méndez Núñez, lo hacen temporalmente en función de lo establecido en los planos de operaciones. Tras una larga navegación por el Atlántico, el Mediterráneo y el mar Rojo, la fragata se encuentra ya desplegada en el Indo-Pacífico, una región que, a juicio del comandante, «se ha convertido en el centro de gravedad estratégica mundial». Por ello, España y Europa quieren reforzar su presencia en la zona mediante actividades operativas, diplomáticas e industriales, y el papel de la fragata española es clave para «fortalecer alianzas y aumentar la visibilidad de España en la región».

El capitán de fragata subrayó que la integración en el grupo de portaaviones británico va más allá de una simple interoperabilidad, ya que el objetivo del despliegue Highmast es alcanzar un nivel de intercambiabilidad entre las marinas aliadas. Puso como ejemplo el hecho de que el Comodoro británico al mando pueda ejercer su liderazgo desde un buque español, algo que ya ocurre en este despliegue, en el que la Méndez Núñez tiene encomendada la defensa aérea del grupo de combate. Además, a lo largo de la misión, se prevé cooperar con marinas que no pertenecen a la OTAN, lo que también permitirá avanzar en la coordinación y preparación conjunta para operaciones futuras.

Llegada del Comodoro Blackmore a la fragata española Méndez Núñez

Llegada del Comodoro Blackmore a la fragata española Méndez NúñezArmada Española

Respecto a los países con los que se colaborará, explicó que durante el despliegue se trabajará principalmente con unidades de Reino Unido, Noruega, Canadá y España, y que ya han operado con buques estadounidenses. En la actual fase en el océano Índico, se integrarán también escoltas de Nueva Zelanda, Australia, Corea del Sur y Japón, así como unidades navales de India, Indonesia, Singapur, Malasia, Filipinas y Tailandia. Esta diversidad de participantes representa, en su opinión, «una oportunidad única para compartir experiencias y mejorar la preparación conjunta en el mar».

Consultado sobre la aportación específica de la Méndez Núñez al grupo del Prince of Wales, el comandante subrayó sus capacidades singulares en defensa aérea y antimisil, propias de las fragatas F-100 de la clase «Álvaro de Bazán». «Este buque tiene unas capacidades únicas, como el resto de las fragatas F-100 de su clase «Álvaro de Bazán»; en especial, en el ámbito de la defensa aérea y contra misiles», afirmó. Precisamente por ello, se le ha asignado la protección próxima del portaaviones británico, misión que está cumpliendo con un «altísimo grado de operatividad» y confiabilidad. Además, el buque ha sido dotado con nuevos sistemas de detección, identificación y neutralización de amenazas, especialmente drones, que permiten una defensa en capas más eficaz. Muñoz-Delgado resaltó que estos sistemas, de fabricación nacional, se están evaluando y mejorando a partir de la experiencia adquirida en este despliegue.

En cuanto a la logística, aseguró que la experiencia previa de la Armada en el Indo-Pacífico ha permitido una mejor preparación. La Méndez Núñez ha navegado ya en esta región y, en esta ocasión, al formar parte de una agrupación multinacional, parte del apoyo logístico se gestiona de forma conjunta, sobre todo el suministro de combustible. Además, el buque realiza escalas en puerto cada tres semanas, lo que permite efectuar tareas de mantenimiento y reabastecimiento. Todo este esfuerzo, explicó, requiere una «estructura de apoyo en España muy sólida», que garantice tanto la operatividad del buque como el bienestar de su dotación.

La fragata española Méndez Núñez participa en una maniobra de doble reabastecimiento en un grupo de combate de la OTAN

La fragata española Méndez Núñez participa en una maniobra de doble reabastecimiento en un grupo de combate de la OTANCanadian Joint Operations Command

Preguntado por su principal preocupación como comandante en un despliegue de esta envergadura, Muñoz-Delgado indicó que su foco está siempre en «la misión y la dotación». En zonas de riesgo como el mar Rojo o el estrecho de Bab el-Mandeb, la prioridad es proteger tanto a la fragata como al portaaviones británico y al resto de unidades aliadas, algo para lo que se han preparado intensamente. En cuanto a la dotación, recalcó que cada miembro de la tripulación debe estar preparado para cumplir su función individual y, a la vez, integrarse en un equipo cohesionado. Este nivel de exigencia —señaló— requiere entrenamiento constante y capacidad de adaptación, ya que siempre surgen nuevos escenarios operativos.

Un helicóptero Wildcat británico toma cubierta de la fragata Méndez Núñez

Un helicóptero Wildcat británico toma cubierta de la fragata Méndez NúñezEstado Mayor de la Defensa

Por último, el comandante resaltó el esfuerzo humano que supone convivir durante más de cinco meses en el mar, en un espacio reducido y bajo condiciones exigentes. «Es un ambiente duro, a veces hostil», reconoció, con temperaturas tropicales y un ritmo de actividad constante. Los veteranos ayudan a los más jóvenes a adaptarse, y se procura que todos encuentren momentos para el descanso, el ejercicio y el contacto con sus familias, que son —dijo— «el mayor apoyo en la distancia». Pese a las dificultades, aseguró sentirse profundamente orgulloso de su dotación y convencido de que esta misión representa una experiencia enriquecedora para cualquier marino.

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