El submarino S-62 Tonina ha sido cedido oficialmente por la Armada al Ayuntamiento de Cartagena
Fuerzas Armadas El destino bajo tierra del submarino Tonina, el más longevo de la Armada
El submarino Tonina (S-62), uno de los buques más emblemáticos de la Armada Española, ha pasado este viernes 17 de octubre a ser oficialmente propiedad del Ayuntamiento de Cartagena. La cesión se formalizó con la firma del acta entre el almirante jefe del Arsenal de Cartagena Alejandro Cuerda Lorenzo, y la alcaldesa Noelia Arroyo, en presencia del presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Fernando López Miras.
El mítico sumergible S-62, el más longevo de su flota, será el eje de un nuevo espacio expositivo dedicado al mar y la historia naval. En el momento de decir adiós, el Tonina era el submarino que más tiempo había prestado servicio en la Armada, superando a su predecesor, el Delfín S-61.
Los submarinos de la clase S-60 tenían un desplazamiento de 870 Tm superficie y 1.040 en inmersión. Disponían de una eslora de 58 metros y una manga de 6,75 m; y podían llegar a alcanzar una cota de 300 metros. En cuanto a su velocidad, superaban los 13,5 nudos superficie y los 16 nudos en inmersión. El Tonina permaneció 32 años de servicio, con más de 200.000 millas navegadas —equivalentes a nueve vueltas al mundo— y más de 31.000 horas de inmersión, lo que supone más de tres años y medio bajo el mar.
Foto de familia de la entrega del submarino Tonina al Ayuntamiento de Cartagena
El Tonina, construido en los astilleros de Bazán (actual Navantia) y botado en 1972, perteneció a la clase Delfín y formó parte de la Flotilla de Submarinos con base en Cartagena. Tras más de tres décadas de servicio, fue dado de baja en 2005. Hoy, convertido en símbolo de una época, el viejo submarino volverá a tener vida: esta vez como testimonio de la historia submarina española y como atractivo cultural para futuras generaciones.
El acto, celebrado en el Carenero de Navantia, marca el final de un proceso que culmina con la entrega del veterano sumergible a la ciudad portuaria que vio nacer al Arma Submarina española. El Tonina será ahora restaurado y convertido en museo, como parte de un ambicioso proyecto cultural que se instalará en los túneles del Espalmador, dentro del monte de Galeras.
Durante la ceremonia, la alcaldesa Noelia Arroyo subrayó el valor histórico y sentimental del proyecto: «Vamos a aprovechar un lugar único en España para crear un espacio único en Europa», afirmó. El nuevo espacio expositivo, añadió, tendrá al Tonina «como principal atractivo» y servirá para difundir el conocimiento sobre los submarinos y los submarinistas españoles, así como para contar la historia del Arma Submarina, cuyas raíces se encuentran precisamente en Cartagena. «Vamos a conseguir que el submarino más rentable de la Armada siga siendo útil a la Armada, a Cartagena y a España», aseguró.
El nuevo museo del Tonina se enmarca en una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Cartagena, en colaboración con la Armada Española y con el apoyo económico del Gobierno regional, que busca crear un espacio patrimonial, tecnológico y educativo dedicado al mar y la defensa.
El presidente Fernando López Miras reiteró el compromiso del Ejecutivo autonómico con una iniciativa «llamada a situar a Cartagena en el mapa cultural, tecnológico y turístico de Europa». Según destacó, visitar el Tonina «no será solo un incentivo turístico o un reconocimiento a quienes sirvieron en él, será también una motivación para seguir apoyando a nuestra Armada y a la industria de la defensa, como demuestra la apuesta por programas como CAETRA».
El submarino Tonina, que ahora se recupera, fue dado de baja por la Armada en el año 2005
Entre los asistentes al acto se encontraba el almirante Cuerda, último comandante del Tonina, quien compartió el momento con familiares de los dos primeros comandantes del submarino, Francisco Javier Cavestany y Adolfo Baturone. En su intervención, el almirante destacó el vínculo entre la ciudad y la institución naval: «Pocas ciudades pueden decir que forman parte del alma de la Armada, y Cartagena es una de ellas». Añadió que «la historia de la Armada no se entiende sin Cartagena, ni la de Cartagena sin la Armada».
Una nueva vida bajo tierra
Con la cesión ya formalizada, el Tonina inicia una nueva etapa como pieza patrimonial y museo. Su futura ubicación, los túneles del Espalmador, ofrecerá un entorno singular en el que se combinarán historia naval, tecnología y divulgación científica. El proyecto refuerza la estrecha vinculación de Cartagena con la Armada y consolida su papel como referente nacional en materia de patrimonio marítimo y defensa.
