Una de las mejores calles del mundo para comer está en Galicia
Esta es la calle gallega que ha sido elegida como una de las mejores del mundo para comer
Apenas 150 metros de calle adoquinada concentran 80 bares, tabernas y restaurantes
El turismo gastronómico ha dejado de ser una simple opción para convertirse en una motivación principal para millones de viajeros en todo el mundo. Cada vez más personas buscan experiencias culinarias como alternativa al menú turístico convencional y a los bocadillos.
Restaurantes con estrella Michelin, recomendaciones de críticos o consejos de amigos conocedores del buen comer se han transformado en referencias indispensables a la hora de organizar un viaje. Y es que viajar para comer bien ya no es un lujo, sino una tendencia que mezcla cultura, historia y gastronomía.
La guía de viajes ‘Lonely Planet’ lo confirma en su selección de «Las mejores calles del mundo para comer», donde varias ciudades españolas tienen presencia destacada. A una de ellas, la destacan como un verdadero templo del sabor y está en Galicia.
Un paseo gastronómico e histórico
Se trata de la Rúa do Franco, en el corazón histórico de Santiago de Compostela. Apenas 150 metros de calle adoquinada concentran 80 bares, tabernas y restaurantes, un microcosmos donde cada paso es una invitación a probar algo nuevo.
La Rúa do Franco no es solo un destino para turistas; es un recorrido que refleja siglos de historia. Su nombre recuerda a los taberneros medievales, los ‘francos’, que atendían a los peregrinos llegados de distintos rincones de Europa. Hoy, esa tradición se mantiene viva entre balcones de hierro forjado y fachadas que conservan grabados emblemáticos como la concha compostelana o las cinco estrellas del escudo de la Universidad.
En esta emblemática calle, cada restaurante ofrece su propio sello, desde tapas sencillas hasta platos más contundentes, capaces de satisfacer incluso a los paladares más exigentes.
Entre los locales más recomendados destacan la marisquería A Barrola, conocida por su frescura y calidad; el restaurante María Castaña, cuya especialidad son los chipirones; y Casa Sixto, donde el pulpo a la gallega se convierte en un auténtico ritual culinario. Para quienes buscan sabores atrevidos, el café-bar Trafalgar ofrece sus famosos «tigres rabiosos», mejillones en salsa picante que ponen a prueba hasta los estómagos más valientes.
Cada establecimiento refleja la riqueza gastronómica de Galicia y el respeto por los productos locales, desde mariscos recién traídos del mar hasta tapas creativas que combinan tradición e innovación.
La Rúa do Franco no es solo la calle favorita de Lonely Planet para comer en España, sino un ejemplo de cómo la gastronomía puede transformar un paseo urbano en una experiencia. Cada rincón invita a detenerse, a saborear y a disfrutar, convirtiendo a Santiago de Compostela en un destino imprescindible para los viajeros gourmet.
