Adolfo Molina, delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Córdoba
Adolfo Molina, delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Córdoba
«Los políticos actualmente sufrimos un descrédito provocado por nosotros mismos»
El delegado territorial del Gobierno de la Junta recibe a La Voz de Córdoba en el recién iniciado 2023
Se supone que el señor delegado está tomándose unos días de descanso, pero no ha parado de atender compromisos en la sede de San Felipe. De hecho no ha dudado en hacernos un hueco en la agenda y recibirnos en el despacho que sigue exactamente igual que lo dejara hace cuatro meses Antonio Repullo. Adolfo Molina (Cabra, Córdoba, 1975) ejerce el cargo con la tranquilidad que aportan unos presupuestos aprobados y una mayoría absoluta de su partido en el Parlamento andaluz. Este egabrense presidió el PP en su pueblo y ahora también lo preside para toda la provincia, aunque nos reconoce que desde que fue nombrado delegado no ha podido dedicarse al partido como lo venía haciendo.
Molina está centrado en la provincia ahora con otro cometido, él que es centrado y mucho en lo ideológico, lo cual le ayudará para bregar con algún que otro alcalde díscolo - que lo hay- y con los asuntos que a veces se enquistan cuando se confunden las competencias con las siglas, y no llega la potencia eléctrica necesaria para una comarca o se eternizan las infraestructuras hidráulicas siempre necesarias y más en tiempo de sequía.
El delegado, en cualquier caso, suele hacer del buen talante oficio en lo político y tira de muleta cuando las cosas se pueden complicar. Adolfo Molina confía además en la gestión, en la que ha llevado al PP a los espléndidos resultados electorales en la comunidad y en la que los alcaldes populares están llevando a cabo en varios municipios de la provincia. Reivindica la utilidad de la política para mejorar la vida de la gente, considera a la corrupción cosa superada y tiene más de 300 millones de euros a punto de salir de la cuenta para poner en marcha a la provincia cordobesa.
Adolfo Molina
- Ha acabado 2022 ¿Qué es lo más destacable del año pasado, en su opinión?
- Ha sido un año intenso y complicado. Lo iniciamos con la pandemia y algunas restricciones, y lo hemos terminado con la normalidad, intentando conseguir una recuperación que parece que se resiste debido a todos los condicionantes que nos rodean. Lo bueno es que en 2022 se ha reafirmado esa nueva Andalucía que ha confiado de una manera mayoritaria en el proyecto de Juanma Moreno, y que ha dejado de ser la que ocupaba los titulares negativos en las noticias, apareciendo en la cola de lo bueno y en la cabeza de lo malo. Ahora se nos mira con envidia, como una tierra próspera, segura y con futuro. Creo que hemos conseguido darle la vuelta a esa Andalucía siempre ceniza que había antes. Ese cambio se reafirma en las pasadas elecciones del 19 de junio con una mayoría tan amplia como la que nos dieron los ciudadanos en la urnas.
- En ese momento usted no era delegado del Gobierno, sino presidente provincial del PP y candidato. En su condición de presidente entiendo que tenía una radiografía del electorado de la provincia ¿Se imaginaba entonces esa mayoría absoluta?
- Mentiría si dijera que lo esperábamos. Nadie esperaba tanto. Esos 58 parlamentarios, o 7 diputados en la provincia de Córdoba. El año que más sacamos aquí, se obtuvieron 50 escaños en 2012 con Javier Arenas y por Córdoba entraron 5 diputados. Esta vez, como digo han sido 7. Partíamos de 3 en las anteriores elecciones, así que el resultado habla por sí mismo. Esto, por cierto, nos coloca en la responsabilidad de devolver esa confianza a tantísima gente que no había votado nunca al PP y que esta vez nos ha prestado su confianza.
- El año acabó sin la cesión de la Biblioteca del Estado, como anunció el ministro Iceta.
- Yo creo que el ministro fue un poco rápido con aquellas declaraciones, además de las tres o cuatro fechas que nos han dado de finalización de las obras. Me quedo con lo más importante y es que vamos a tener la biblioteca más moderna que va a haber en España, y que es seis veces más grande que la actual biblioteca de la Junta de Andalucía. Cuando tomemos posesión de esas instalaciones vendrá un trabajo complicado de traslado de más de 240.000 fondos bibliográficos, algo que nos llevará unos meses. Vamos a intentar molestar lo mínimo al usuario. Mientras, estamos preparando todos los pliegos necesarios y la mudanza, pero todo el engranaje comenzará a funcionar cuando el Estado nos dé la llave.
-Al hilo de las fechas que dio el ministro, ¿lo peor de un político es no cumplir con lo prometido, o eso ya se ha convertido en una costumbre para el ciudadano?
- Es verdad que los políticos ahora mismo sufrimos un descrédito provocado por nosotros mismos. Siempre bromeo cuando salen las encuestas y dicen que somos el segundo problema de los españoles, porque mirarme al espejo por la mañana y pensar que soy un problema para alguien es algo que no quiero. Yo lo que intento en mis labores y, por supuesto, como delegado del Gobierno desde hace cuatro meses es decir las cosas como son, y así no se equivoca uno mucho. Vamos a intentar solucionar los problemas, y los que no puedan solucionarse, explicarlo. Muchas veces dar un titular que no va a tener nada de vigencia, por tener la gloria de unos minutos o unas horas, no merece la pena mentir o decir cosas que no se deberían decir. Con eso intento ser muy prudente, y a lo mejor alguien espera más titulares o más noticias. Yo creo que eso al final tiene muy poco recorrido.
Adolfo Molina
- ¿Qué sensación le ha producido ver entrar en la cárcel a anteriores cargos socialistas de la Junta de Andalucía por el caso de los ERE?
- Hombre, yo creo que nadie le desea el mal a nadie, pero es importante respetar la justicia y que ésta se cumpla. Pero me quiero quedar con algo que también es importante, y es que todo eso es pasado en Andalucía. Todas las historias sobre la corrupción y el aparecer en los titulares, como antes decía, con escándalos como el de coger el dinero de los parados y emplearlo en lo que no se debe, todo eso es pasado en Andalucía. Ahora salimos en la prensa por ser la segunda comunidad donde desciende el desempleo, según los últimos datos; por la creación de autónomos; por los proyectos que vienen y por la atracción de empresas de fuera. Esa es la Andalucía de hoy.
-Vayamos a temas concretos como el de la red eléctrica en la provincia, un asunto que además su antecesor en el cargo, Antonio Repullo, peleó mucho. ¿Cómo es la situación actual?
- Nosotros seguimos con la prioridad de la zona norte, porque no puede tener hipotecado su futuro por la falta de potencia ecléctica que necesita. Y sobre eso también deberían concienciarse los ciudadanos de la zona, ya que allí, sin la potencia adecuada, no llegarán empresas ni proyectos. No renunciamos a esa reclamación que le hacemos a Red Eléctrica, al Gobierno de España, por esa línea de 400 kilovoltios. Ahora mismo hemos constatado con los alcaldes y empresarios de la zona una necesidad real de 153 megavatios. Sin renunciar a la línea de 400, estamos pidiendo incrementar los 66 kilovoltios actuales a 133, para dar respuesta a esas empresas que sufren microcortes y otros problemas. Igual que damos carreteras, necesitamos también esas líneas eléctricas, y sobre todo cuando se nos llena la boca al hablar de políticas contra la despoblación, o el reto demográfico. Esta es una política concreta que hace falta y está en manos del Gobierno de España y de Red Eléctrica que se solucione.
Igual que damos carreteras, necesitamos también esas líneas eléctricas, y sobre todo cuando se nos llena la boca al hablar de políticas contra la despoblación, o el reto demográfico.
- Pues de la electricidad al agua. Hablemos de lo que denominan ‘economía azul’.
- Ahí también hay una apuesta muy importante por parte de la Junta de Andalucía en todas las infraestructuras hídricas, muchas de ellas prometidas desde hace muchos años, como tantas cosas. Quiero hacer un poco de memoria, ya que aquí hay una serie de obras que se declaran de interés de la comunidad autónoma para lo cual se nos pone un canon todos los meses en la factura del agua a los andaluces, para pagar esas infraestructuras hídricas. Había que depurar el agua conforme a las directivas europeas. porque si no se hacía Bruselas nos sancionaba. Pues hemos estado pagando el canon y pagando multas porque esas obras no se hacían. Y esto ha cambiado. Desde la semana pasada, sin ir más lejos, ya contamos con 52 millones de euros para la depuradora de Rute, de La Carlota y La Rambla-Montalbán. Eso significa también casi 800 empleos estimados. Eso es la economía azul. Por otra parte hay que hablar de La Colada, un tema fundamental para mí. Unas obras que se prometieron en 2007 y no se hicieron, para que la Colada dejase de ser una ‘piscina’ , sino que cuente con conducciones para garantizar el abastecimiento a todos los municipios de la zona norte, a los agricultores, ganaderos y para el propio consumo humano. Y estas son unas obras que hay que hacer sí o sí, llueva o no llueva. La apuesta clara de la Junta de Andalucía es dar la solución definitiva al tema de La Colada, finalizar esa obra que supone más de 11 millones de euros. El proyecto está terminado y hay que tramitarla lo antes posible. Tendrá un año y tres meses de ejecución.
- La sequía ha sido otros de los argumentos utilizados para trasvasar culpas y competencias desde los titulares en prensa.
- Cuando esta obra se planifica la competencia era de la Junta de Andalucía, pero luego cambió debido a que las cuencas de los ríos son competencia del Estado, algo avalado por un informe de la abogacía del estado. De todas maneras siempre digo que hay temas donde no cabe la confrontación y no podemos poner en riesgo algo tan serio como el agua. El agua es vida y es fundamental, con lo que hay que dejar a un lado titulares, a veces, muy ligeros para solucionar problemas muy serios para los ciudadanos.
Adolfo Molina
- La próxima semana va a anunciar los proyectos que trae el nuevo año. Adelántenos alguno.
- La semana que viene queremos hacer un balance de todo lo que ha significado el año 2022 y hablaremos de lo que vamos a poner en carga gracias a algo que el pasado año no pudimos tener, como son unos presupuestos. Olvidamos muy rápido las cosas, pero en 2022 no hubo presupuestos porque tres partidos -PSOE, la izquierda y Vox- se unieron en el Parlamento para no aprobarlos. Y tuvimos que tener los presupuestos prorrogados. Esta vez, y con la mayoría que nos dieron los ciudadanos el 19 de junio, tenemos unos presupuestos que ya están en vigor porque las cosas se han hecho en tiempo y forma. Son más de 380 millones de euros en inversiones para la provincia de Córdoba. En el periodo de enmiendas, y desde el PP, hemos ajustado algunas partidas para cuestiones importantes de nuestra provincia, con lo que vamos a ver cómo esos presupuestos se traducen en inversión en creación de empleo y riqueza. De esos 380 millones hay un aspecto que yo he defendido mucho, y es que 116 millones son para la agricultura y la ganadería cordobesa, que es de lo que vivimos. Muchas veces nos olvidamos de la importancia del sector primario. En esta ocasión cuenta con una inversión sin precedentes. Espero que Córdoba se una a esos datos magníficos que la comunidad andaluza está dando con la ejecución de estas inversiones. Espero que en 2023 sigamos mejorando la vida de la gente. Continuamos con las puertas abiertas a todos los alcaldes de la provincia, respondiendo a lo que se puede, pero siendo útiles, que es para lo que estamos aquí.
- ¿ Y qué es lo que más le piden los alcaldes de los municipios cordobeses al delegado?
- Creo que he podido atender a todo el que ha solicitado hablar conmigo. Atender al alcalde es atender a los vecinos de ese municipio con lo que es importante. Y es como la carta de los Reyes Magos (ríe) . Voy apuntando en un cuaderno lo que me piden y siempre les digo que no se preocupen, que tengo otro cuaderno de reserva. Al final, los alcaldes lo que piden son inversiones, atender a las cosas de su pueblo, y es su obligación pedirlas, y la mía intentar buscar la inversión de lo que solicitan. No obstante, cuando no puede ser, pues no se puede.Y sobre todo en infraestructuras educativas y sanitarias se están avanzando en proyectos que llevaban muchísimos años sin tocarse, metidos en los cajones durante mucho tiempo. Creo que la provincia de Córdoba llevaba muchos años sin ver que se abrían las puertas de un hospital y eso ha ocurrido en Palma del Río, que después de tanto tiempo se produjo no hace mucho. Eso es lo que te da satisfacción, ver que al final hay unos ciudadanos que tienen unos servicios mucho mejores porque se están haciendo las cosas medianamente bien.
Adolfo Molina
- Hablando de municipios, en el horizonte están las elecciones municipales, que pueden cambiar no solo el mapa de los ayuntamientos de la provincia sino el mapa político de toda España ¿no?
- Sí, estas elecciones van a ser muy importantes, en efecto, por el momento político que estamos viviendo también, con unas decisiones tomadas por el Gobierno de España muy cuestionadas. Y creo que los ciudadanos van a salir a votar con ganas en ese 28 de mayo. Nosotros estamos trabajando como siempre para ofrecer a la gente los mejores proyectos, y lo que yo les pido a los afiliados del PP que hay en todos los rincones de la provincia de Córdoba es que revalidemos allá donde se gobierne- que lo veo muy factible debido a la gestión que se hace- y donde no se consiga, dejar de pensar que solo somos oposición para demostrar a los ciudadanos que somos alternativa, y si se demuestra que somos alternativa, al final terminas siendo gobierno. Y eso no se hace un mes antes de las elecciones, sino con tiempo. Creo que la ventaja que tenemos sobre otras formaciones políticas es una estructura consolidada en muchos municipios, gente que lleva mucho tiempo trabajando por sus vecinos, y un momento electoral propicio en cuanto que en la mayoría de los municipios de la provincia de Córdoba votaron de manera considerable al Partido Popular, a Juanma Moreno, y eso es lo que ahora vamos a pedir también,que confíen en nuestros hombres y mujeres para las municipales. Creo que llegarán buenas noticias, porque vamos a trabajar para ello.
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