Elaboración de alimentos en San Pedro en Cusco (Perú)

Elaboración de alimentos en San Pedro en Cusco (Perú)FUNDACIÓN SOCIAL UNIVERSAL

Córdoba enfrenta la crisis de Perú

El Ayuntamiento y Fundación Social Universal desarrollan una estrategia ante la crisis alimentaria en Cusco

Esta ayuda tienen el objetivo de paliar los efectos de la pandemia de la Covid-19 en la ciudad de los Andes peruanos

La Fundación Social Universal, con la financiación del Ayuntamiento de Córdoba, enfrentará la crisis alimentaria generada en el Cusco (Perú) por los efectos de la pandemia del Covid-19, el cambio climático en sus diversas manifestaciones y la crisis económica por el alza de los combustibles, la bajada de las importaciones de alimentos e insumos para la agricultura, mediante el desarrollo de estrategias de seguridad alimentaria dirigidas a familias vulnerables de barrios populares de la capital peruana.
Según destacan desde la fundación, el proyecto, iniciado en el mes de mayo, beneficiará directamente a más de mil personas de cinco barrios de los distritos de Cusco, Poroy y Santiago, entre ellas 50 familias con asistencia técnica para la producción de alimentos y cinco organizaciones sociales integradas en su mayor parte por mujeres, así como representantes de las municipalidades, sistema de salud y gobierno regional. También, participarán la Universidad Nacional San Antonio Abad de Cusco y el Centro Guaman Poma de Ayala.
En el proceso de trabajo con los sectores populares de la ciudad, se identificó junto a la población una serie de problemas en los ámbitos social, económico y ambiental, entre ellos la inseguridad alimentaria causada por la precariedad en los ingresos económicos, el desempleo o subempleo, etc., que afecta a hogares donde al menos un miembro presenta déficit calórico, repercutiendo en el estado nutricional de la niñez que a la larga sufre los efectos irreversibles en su desarrollo físico y cognitivo. Cusco es una de las nueve regiones del país donde la tasa de anemia de la niñez entre los seis y 35 meses de edad supera el 50%, con una tendencia al incremento (Endes, 2021).
Al respecto, desde la fundación indican que «la multicausalidad del problema señalado se resume en tres aspectos fundamentales: la limitada disponibilidad y acceso a alimentos sanos y saludables; el poco conocimiento de las necesidades nutricionales e inadecuados hábitos de higiene y limpieza, y las escasas capacidades en la gestión organizacional, de articulación interinstitucional e incidencia para el ejercicio de los Derechos Humanos que permitan apuntalar propuestas consensuadas para enfrentar la crisis alimentaria».

Componentes a desarrollar

En concreto, con el proyecto se incrementará la disponibilidad y acceso a alimentos saludables en los hogares de familias en riesgo de desnutrición y anemia a través de la implementación de actividades productivas de autoconsumo --agrícola y pecuaria urbana--, la asistencia técnica, el apoyo a iniciativas productivas y el acceso a programas sociales de apoyo alimentario.
En segundo lugar, se desarrollarán las capacidades y el conocimiento sobre las necesidades nutricionales para una alimentación equilibrada, principalmente de la infancia, articulando el consumo con la producción local mediante la formación en talleres de educación y sensibilización y la difusión de los valores nutricionales de sus productos, la promoción de buenas prácticas de higiene y manipulación de alimentos y la adopción de los buenos hábitos alimentarios.
Además, se persigue la articulación entre las organizaciones e instituciones del sector para una mejor respuesta y participación frente a la crisis alimentaria, para lo que se propone la formación de los líderes de las organizaciones a través de talleres de capacitación en roles y funciones dirigenciales, la capacitación y su participación en acciones de incidencia ante las entidades gestoras de los programas sociales alimentarios.
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