David Sánchez es Intendente de Mossos d'Esquadra, actualmente subjefe de la Comisaria General d'Informació. Licenciado en Psicopedagogía y graduado en Criminología y Política Criminal, ambas por la Universidad de Barcelona, atesora una experiencia de 23 años en la comisaría de información.
Vivió los atentados de 2017 en Barcelona y Cambrils y a la investigación policial hay que sumar el trabajo conjunto que está realizando con la Universidad de Córdoba, con el profesor Manuel Moyano, para dotar de carácter científico a la misma.
Sánchez ha sido uno de los protagonistas de la IV sesión del Foro Social sobre Criminología, para debatir sobre 'Radicalización violenta y terrorismo: los atentados de Barcelona y Cambrils’, organizada por el Consejo Social de la UCO, que preside Francisco Muñoz Usano, Antes de la sesión el Mosso atiende a La Voz para hablar de seguridad, radicalización, factores y soluciones a este grave problema.
- Están dotando de carácter científico a la investigación de los atentados de Barcelona y Cambrils.
David Sánchez, intendente de Mossos d'esquadra, y Francisco Muñoz Usano, presidente del Consejo Social de la UCOJesús D. Caparrós
Está en marcha. Tenemos unos objetivos, por un lado ver qué factores tuvieron un papel predominante en la radicalización violenta de los jóvenes. Por otro lado, un estudio sobre su lingüística. Y un tercer objetivo, que estos aprendizajes, estas conclusiones reviertan en los procedimientos de trabajo de prevención de la radicalización.
- ¿Cómo llegaron a esa radicalización para cometer el atentado?
Son procesos internos muy complejos, en cada persona operan unos factores diferentes. Incluso si analizamos la célula de Ripoll, en el atentado estaban en diferente proceso de radicalización violenta. Había miembros de la célula absolutamente convencidos y que hubieran actuado de cualquier manera y otros que estaban menos maduros, pero el efecto grupal les hacía actuar de esta manera.
David Sánchez, intendente de Mossos d'esquadraJesús D. Caparrós
Nadie nace radicalizado, sino que a lo largo de su vida van apareciendo unos factores de predisposición (que tienen que ver con las necesidades no cubiertas, con los sentimientos de frustración, etc.), que crea un caldo de cultivo que les hace receptivos a adoptar doctrinas extremistas violentas. En el caso de Ripoll, esta ventana de oportunidad, esta tormenta perfecta fue a finales de 2014. Desde finales de ese año hasta 2017 -cuando atentaron- hubo un proceso de evolución, hasta llegar a la determinación de que el uso de la violencia para conseguir los objetivos del movimiento yihadista global era la mejor manera de actuar..
- Sobre esos atentados se quiere crear una comisión de investigación parlamentaria, ¿qué opinión tiene?
A nivel policial, la investigación está cerrada, tuvo su sentencia y, por lo tanto, los hechos están probados. Bajo nuestro punto de vista, con todas las informaciones que tenemos -que han sido muchas-, la carga de prueba fue concluyente y no hay nada más que investigar en este sentido, a nivel policial y judicial. Lo que se haga a nivel de las cámaras de representantes, obviamente es legítimo democráticamente, pero no es algo que tenga que ver con la tarea policial.
- Estamos en nivel de alerta 4 ¿Estamos en peligro?
En el estado español se mantiene en 4 sobre 5, desde 2015 ininterrumpidamente. Eso no quiere decir que la amenaza sea la misma en 2017, 2018, que la que tenemos hoy, porque va mutando, los fenómenos son cambiantes.
Estamos en una situación en la que es más probable un ataque de un actor individual, un ataque inspirado, es decir, que recoja la doctrina extremista violenta y actúe, pero no que tenga unas directrices directas desde una organización central. También estamos en un estadio en el que otros tipos de extremismo violento son una amenaza real, como pro ejemplo el que tiene que ver con el supremacismo blanco y la ultraderecha. La amenaza ha ido mutando.
David Sánchez, intendente de Mossos d'esquadraJesús D. Caparrós
El nivel 4 se sostiene, porque la probabilidad de que haya un atentado en el estado español, en 2023, es elevado todavía. Aunque probablemente estaríamos hablando de un atentado menos lesivo y menos sofisticado.
- ¿Por qué va mutando?
El terrorismo y sus doctrinas son subsidiarias de los hechos que internacionalmente suceden. Era una situación muy distinta a finales de 2014, cuando Daesh estaba en fase expansionista en Siria e Irak, por lo tanto presentaba -ante sus potenciales captados- un modelo de éxito. Daesh, ahora, en Siria e Irak está replegado y fue controlado, en su momento, por la coalición internacional. Las organizaciones terroristas basan sus estrategias, dependiendo de cuáles son las circunstancias internacionales que les rodea. Por este motivo, el terrorismo es cambiante y sus objetivos también: en un momento dado se llama a los combatientes a desplazarse a zona de conflicto y, en otro momento, se pide a los combatientes que se mantengan en sus territorios.
- ¿Tiene que ver la inmigración con la radicalización?
Bajo nuestro punto de vista, definitivamente no. En los factores de predisposición que pueden crear un campo propicio para la radicalización violenta no está el hecho de ser inmigrante o no serlo, no es un factor que sea determinante. De hecho, la tendencia es que, cada vez más, los autores de atentados terroristas en suelo europeo sean personas nacidas en Europa. Por lo tanto, el problema es autóctono de los países ¿Qué les pasa a sus ciudadanos para que se radicalicen de una forma violenta?
- ¿Y qué les pasa?
Son múltiples los factores y en esto estamos, en generar conocimiento para comprender el fenómeno. Cuanto mayor sea la comprensión, mayor será la garantía de éxito en la prevención de la radicalización violenta. Hacia donde debemos ir es a prevenir, claramente, como primer frente de lucha. Desde Mossos d’esquadra defendemos que, policialmente, debemos contribuir a esta generación de conocimiento.
-¿Cómo vivieron un atentado de esa magnitud los Mossos?
Empezaré hablando de la parte emocional, que parece que no se puede hablar porque como somos profesionales… Cuando pasa una acción como esta en el territorio en que tú eres responsable de la seguridad se desencajan muchas cuestiones. Y cuando los autores de los atentados son personas crecidas y escolarizadas en Cataluña, pues todavía más preguntas te haces sobre qué deberíamos haber hecho diferente.
A partir de aquí, la reacción de Mossos d’esquadra fue de entrega total de todos sus miembros. Personas que estaban de vacaciones, que vuelven sin que nadie se lo pida y entrega total para la resolución del caso. Entendiendo resolución como el restablecimiento de la situación de seguridad a la ciudadanía. Y luego afrontar las consecuencias del ataque terrorista, que no son solamente las personas muertas y heridas. Va mucho más allá, porque después de un atentado terrorista vienen la polarización social, la estigmatización de ciertos colectivos. Y, con todo esto, hay que trabajar, porque si no el día de mañana volvemos a tener un caldo de cultivo más proclive a que aparezcan otros procesos de radicalización.