El alcalde de Córdoba y la Consejera, en el mercadillo de Noreña
Córdoba se consolida como una de las provincias andaluzas con mayor implantación del comercio ambulante
Casi el 97 % de los municipios cuenta con mercadillo y la provincia suma unos 3.200 puestos, según un informe presentado por la Junta de Andalucía
Córdoba se sitúa como una de las provincias andaluzas con mayor implantación del comercio ambulante, un sector con una presencia prácticamente generalizada en la comunidad y un peso relevante en el comercio de proximidad. Así lo refleja el informe sobre los mercados ambulantes de Andalucía elaborado y presentado por la Junta de Andalucía, que analiza la evolución del sector desde 2019 y su distribución en la comunidad autónoma.
La presentación del estudio se ha desarrollado en el mercadillo de Noreña–Las Setas, en la capital, en un acto en el que han participado la consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco; el presidente de la asociación de comercio ambulante Comacor, Antonio Torcuato; y el alcalde de Córdoba, José María Bellido.
Según los datos del informe, la provincia cuenta con 75 mercadillos y alrededor de 3.200 puestos, lo que supone que el 97,4 % de los municipios cordobeses dispone de al menos un mercado ambulante. En el conjunto de Andalucía, el comercio ambulante suma 837 mercadillos y 31.480 puestos, presentes en el 86 % de las poblaciones.
Durante su intervención, la consejera Rocío Blanco ha subrayado que el comercio ambulante «ejemplifica como pocos sectores el comercio de proximidad en Andalucía» y ha destacado su «enorme fortaleza territorial y social», al estar presente en la práctica totalidad del mapa andaluz. El informe señala además que, aunque Sevilla y Málaga concentran el mayor número de puestos y Granada lidera en número de mercadillos, Córdoba destaca por la extensión territorial del sector.
Implantación y retos
La provincia cuenta además con seis grandes mercadillos de más de cien puestos, situados en Cabra, Lucena, Baena, La Carlota y dos en la capital. El mercadillo de Noreña–Las Setas, escenario de la presentación, cuenta con 168 puestos y actividad varios días a la semana. En los meses de verano ha incorporado horarios nocturnos, una fórmula que ha tenido una elevada afluencia de público y que ejemplifica la capacidad del sector para adaptarse a nuevas demandas sin perder su carácter tradicional.
El estudio no se limita a un censo, sino que incorpora encuestas a vendedores y clientes y analiza los principales retos del sector. Entre ellos figuran la digitalización de los negocios, la modernización de las estructuras comerciales, el relevo generacional y los cambios en los hábitos de consumo. En este sentido, Blanco ha señalado que los propios comerciantes reclaman «modernizarse y abrir una ventana a las nuevas tecnologías».
Parte del «modelo de ciudad»
Por su parte, el presidente de Comacor, Antonio Torcuato, ha puesto el acento en el papel del comercio ambulante como medio de vida para numerosas familias y en la importancia de iniciativas formativas recientes, especialmente dirigidas a mujeres del sector, para mejorar la capacitación y abrir nuevas oportunidades profesionales.
Desde el ámbito municipal, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha defendido que el comercio ambulante forma parte del modelo de ciudad, al tratarse de una actividad «profundamente arraigada» que «da vida a los barrios y forma parte del día a día de Córdoba».
En este contexto, la Junta de Andalucía incluye al comercio ambulante dentro de su Plan Estratégico del Comercio Interior, dotado con cerca de 93 millones de euros, al que se sumará en 2026 una nueva línea de 35 millones de euros destinada a reforzar la digitalización del comercio autónomo.
