Carmen Crespo ha planteado al Ministerio para la Transición Ecológica la posibilidad de conectar Puente Nuevo con Sierra Boyera para acabar con la falta de agua que sufren Los Pedroches.

Embalse de Puente Nuevo.LVC

El calvario de los vecinos de Los Pedroches y El Guadiato

Los habitantes de estas comarcas llevan seis meses sin poder beber agua del grifo, abasteciéndose de los diferentes puntos de distribución

Parece que el problema hídrico en las comarcas de Los Pedroches y El Guadiato está más cerca de solucionarse. Acuatec 'Proyectos para el sector del agua', será la encargada de elaborar, en tan sólo un mes, los proyectos que va a financiar la Junta de Andalucía y que ascienden a cuatro millones de euros. Este proyecto será el encargado de permitir, al fin, que los vecinos de la zona puedan de nuevo hacer un acto tan cotidiano como abrir el grifo y beber o cocinar.
Todo este calvario comenzó en abril cuando la Junta de Andalucía decretó que el agua del norte de Córdoba no podía consumirse por un exceso de carbono orgánico. Y es que, después meses de altas temperaturas y sequía, los habitantes de estas comarcas sólo pueden usar el agua de sus viviendas para el aseo personal. Lo que se ha traducido en un vaivén de garrafas durante todo el verano y una consecución de dimes y diretes políticos. Convirtiendo el agua embotellada en el producto estrella de la temporada.
Se suman así, seis meses de mucha preocupación e indignación, no sólo entre los vecinos, sino empresarios, agricultores y ganaderos de la zona. Que, suponiendo que todo lo que se ha aprobado salga adelante en tiempo y forma, aun les quedan varios meses más para que todo vuelva a la normalidad.

Un esfuerzo más que económico

A pesar de que existen diariamente puntos de distribución de agua potable en los diferentes barrios y localidades, el esfuerzo sigue siendo extraordinario para los vecinos. Que, o no llegan a esos espacios de abastecimiento dentro del horario establecido, o les son insuficientes al final del día. ¿La solución? Agua embotellada en casa, no sólo para beber, sino para otros actos como enjuague bucal o limpieza de frutas y verdura.
Además, el color amarillento del agua provoca una gran limitación para su uso ya que, por ejemplo, puede deteriorar la colada. El sobresfuerzo se hace aun mas latente en familias con bebés que necesitan de esa agua embotellada para bañar a sus hijos.
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