La imagen del Soberano Poder en su vía crucis

La imagen del Soberano Poder en su vía crucisJesús D. Caparrós

Quinta Angustia regala un Miércoles de Pasión para el recuerdo

Además del rezo en el interior de la Catedral, recibe una ofrenda floral mágica

El olor a incienso mezclado con el azahar y una temperatura agradable relajaron el cuello a los que miran arriba constantemente. Las puertas de la Merced se abrieron y el portentoso nazareno del Soberano Poder inició su Vía Crucis ante una multitud que no le dejó solo en todo el recorrido. La hermandad de la Quinta Angustia demostró en la calle elegancia y saber estar pese a la bulla ruidosa que se aglomeraba a su alrededor.
Conforme las calles se estrecharon tras las Tendillas, el semblante fue mutando a una seriedad tajante y contundente a la par que elegante y agradable. Y así hasta llegar al patio de los Naranjos, donde esperaba una bulla silenciosa y una estampa que recordarán para siempre. Las estaciones del Vía Crucis en el interior fueron en la intimidad para el cortejo. Ni devotos, ni nadie, más allá de los hermanos de luz, costaleros y la representación de la banda de la Estrella.

Ofrenda musical

El andar del nazareno era elegante, con zancada amplia y segura, pero todo mutó a dulzura y pasos cortos cuando se atisbaba la plaza de la Compañía. La agrupación musical de la Redención tenía previsto una ofrenda musical. Algo que cumplió con creces y siete marchas con espíritu y carácter propio. El Nazareno avanzó como si de allí no se quisiera marchar, al son de la música y bajo la atenta mirada de una plaza abarrotada.
Pasada la media noche, La Quinta Angustia llegó a su casa nuevamente. Cumplió el sueño de llegar a la Catedral en su día grande. Además, recibió el cariño de muchas otras hermandades, que también decidieron acudir o bien a la misa o formar parte del consejo y también acudiendo a ver el caminar del Señor.
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