Imagen de los bombos y bolas del Sorteo de la Lotería de Navidad
El Gordo de Navidad ha caído en la provincia en solo nueve ocasiones
Pozoblanco, en 1961, fue la primera localidad afortunada con el primer premio
La provincia de Córdoba no figura en el selecto club de las afortunadas con el primer premio del sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad, pese a estar cada año muy por encima de la media de España de lo que se juega por habitante.
En los más de dos siglos de historia del sorteo -el primero se celebró en 1812- la provincia cordobesa tuvo que esperar casi 150 años para paladear lo que significa que el Gordo de Navidad toque muy cerca de uno. Fue un periodo de espera excesivo, demasiado largo para entender algo tan obvio como que todos los números están dentro del bombo y que toque o no sólo depende del azar.
De 1812 a 1961
Esta travesía del desierto duró desde los tiempos de la invasión francesa hasta 1961, el año en que Kennedy tomó posesión como presidente de los Estados Unidos. Mucho había cambiado la vida en estos 149 años, pero la alegría que repartió aquella fría mañana el 24964 en Pozoblanco es algo que los afortunados no olvidaron en mucho tiempo.
La capital, aún ayuna de alegrías, no tuvo que esperar mucho, ya que en 1963 le tocó el turno. Aquel fue el año de la llegada a la ciudad del primer tren Talgo y de la tremenda riada que inundó el estadio El Arcángel. El 19936 repartió muchas alegría y demostró que sí, que el Gordo no tenía castigada a Córdoba.
En el siglo XXI
La suerte se repitió en 1978 en la capital, después de caer el Gordo de 1974 en Puente Genil. Las siguientes veces, fue todo un recorrido por la provincia de norte a sur: Hinojosa del Duque (1986), Lucena (2002) y Palma del Río, Nueva Carteya y Priego de Córdoba (2012).
La última década tampoco ha sido muy pródiga en el primer premio del sorteo de Navidad, que en 2018, el 03347, cayó muy repartido y en Córdoba salpicó a la capital y a Puente Genil, La Carlota y Fuente Carreteros. La última visita del Gordo fue en 2018 y no dio lugar a las típicas escenas de euforia ante la Administración de Lotería, ya que el único décimo del 72897 fue expedido por una máquina en la Administración de Lotería de Jesús Rescatado.
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