Las «personas invisibles» sufren especialmente los rigores del verano en Córdoba

Más de 300 personas sin hogar han recibido el apoyo de Cruz Roja en Córdoba en el primer semestre de 2025. El voluntariado de la entidad recorre las calles de Córdoba las noches de martes, jueves y sábado para ofrecer comida y bebida reparadora y apoyo humano a la población sin techo. Y durante el verano, los lotes de comida incluyen productos frescos como gazpacho, leche, agua y fruta, fundamentales para garantizar una óptima hidratación de las personas que se encuentran en situación de sin hogar y para combatir las altas temperaturas que ha afrontado la ciudad, en especial durante la ola de calor.

La Unidad de Emergencia Social de la Cruz Roja, un dispositivo conformado íntegramente por voluntariado se ha encargado de recorrer tres noches a la semana las calles de la capital para ofrecer a este colectivo comida y bebida y apoyo humano, entre otras cosas. De igual modo, desde junio se han retomado las salidas los miércoles por la mañana, en las que el voluntariado de la entidad reparte un pequeño desayuno a las personas sin hogar.

«Al igual que hacemos en los periodos de más frío, en los momentos de calor intenso tratamos de ofrecer un apoyo especial a este colectivo. Porque, si bien todo el año resulta muy duro no tener un techo bajo el que cobijarse, sabemos que hay épocas en las que vivir a la intemperie resulta especialmente difícil», recuerda Emilia Valera, responsable técnica de la UES.

Por su parte, el 16 de julio Cáritas Diocesana de Córdoba abrió de nuevo el Ala de Baja Exigencia (ABE) de la Casa de Acogida ‘Madre del Redentor’”, tal y como ha afirmado el director de la entidad eclesial, Darío Reina, quien ha explicado que «el ABE es un recurso pensado para que las personas sin hogar que, por distintas circunstancias, no pueden acceder fácilmente a otros recursos sociales, puedan tener un lugar donde refugiarse en los meses de verano, teniendo en cuenta las altas temperaturas que se registran en Córdoba, El Ala de Baja Exigencia, que hasta ahora estaba abierto solo invierno, permite que en estas instalaciones estas personas encuentren un espacio digno donde comer, asesarse y quitarse del calor».

Esta iniciativa, que se lleva a cabo gracias a la colaboración económica del Cabildo Catedral de Córdoba, «permite ofrecer acompañamiento, descanso y protección a veinte personas que viven en la calle, en una época especialmente dura: el verano cordobés» ha señalado Reina, al tiempo que ha resaltado que «por primera vez, este recurso funciona también durante los meses de más calor, entendiendo que el calor extremo también mata», y que la calle no es un lugar seguro cuando el termómetro sube más allá de lo soportable.

Alojamiento, alimentación y ducha

En este sentido, el deán-presidente del Cabildo Catedral, Joaquín Alberto Nieva, indicó que la cantidad económica aportada a este proyecto, que ha ascendido a 80.000 euros, «viene a sumarse al tradicional apoyo que la institución capitular presta anualmente a Cáritas para poder desarrollar sus fines con los más necesitados».

Además de las 40 plazas que Cáritas ha tenido ocupadas en la casa permanentemente en verano, se han atendido desde el 16 de julio en que se abrió por la ola de calor a 16 hombres y 5 mujeres más (21 personas en total) que han pasado por el recurso y se les ha podido ofrecer alojamiento nocturno, alimentación, servicio de ducha y atención en general hasta la fecha de hoy.

Aunque el horario de entrada del recurso habitual son las 20:00 horas, se ha posibilitado que las personas accedieran a una sala acondicionada desde las 18:30 horas (hora en la que salían del centro de día) e incluso las 15:00 horas los días que no podían acceder a los centros de día, para intentar evitar que estuvieran a la intemperie a merced de las altas temperaturas, acompañadas por personal técnico y voluntariado.