Teodoro León Gross, en Córdoba
Teodoro León Gross: «Cada vez desafiamos menos a los lectores»
El periodista analizó en Córdoba la crisis del oficio en el ciclo ‘Reflexiones para un mundo en cambio’
El profesor y periodista Teodoro León Gross ha ofrecido una panorámica crítica sobre el estado del periodismo y su pérdida de influencia como contrapoder. «Cada vez desafiamos menos a los lectores», ha dicho, al denunciar la tendencia de los medios a evitar incomodar a su propio público en un ecosistema dominado por redes sociales y burbujas de confirmación. Su intervención se enmarcó en el ciclo ‘Reflexiones para un mundo en cambio’, organizado por La Voz de Córdoba/El Debate y Zoccomedia, con el patrocinio del Ayuntamiento de Córdoba y la Diputación de Córdoba, que volvió a reunir a un numeroso público en el salón de actos de Cajasur Reyes Católicos. El pasado lunes participó Rosa Belmonte y la próxima semana lo hará Rubén Amón.
León Gross presentó algunas de las ideas centrales de su ensayo La muerte del periodismo, donde sostiene que el oficio ha dejado de desempeñar el papel de contrapeso del poder político y económico. «Un político sabía que su carrera podía terminar con un titular en el periódico. Hoy el presidente del Gobierno puede tener a su mujer camino del banquillo o a un hermano investigado y, sin embargo, eso no tambalea a nadie», reflexionó.
El periodista recordó en su diálogo con Paco Reyero, coordinador del ciclo, que la decadencia no comenzó con Internet. «El periodismo no murió por la Red, aunque Internet aceleró la caída. Regalamos en internet un producto muy caro y tardamos años en darnos cuenta», afirmó. También señaló la influencia de los conglomerados mediáticos y puso como ejemplo la compra de la revista Time por Warner: «El dinero de la industria del entretenimiento contaminó el periodismo serio con los lenguajes y las tentaciones de la prensa sensacionalista».
Sobre el modelo económico, advirtió que «sin músculo económico no hay independencia editorial», recordando que la publicidad permitía sostener un periodismo fuerte y creíble. Hoy, dijo, buena parte de esa inversión se la reparten Google y Facebook, lo que ha obligado a muchos medios a depender de la publicidad institucional.
Paco Reyero y Teodoro León Gross
Las redes sociales ocuparon buena parte de su análisis. «El algoritmo ha creado burbujas que confirman nuestros prejuicios. Nos movemos en comunidades donde solo consumimos lo que nos gusta y dejamos de conocer el mundo real», comentó. De ahí que fenómenos políticos recientes hayan escapado al control de los periódicos: «En 2016, el 95% de los diarios de Estados Unidos pidió no votar a Trump, y no sirvió de nada. La noticia más viral de aquella campaña fue que el Papa apoyaba a Trump. Era mentira, pero tuvo más impacto que cualquier portada del New York Times o del Washington Post».
Público asistente
León Gross también ironizó sobre la idea del «periodismo ciudadano»: «Que alguien grabe un accidente con su móvil no lo convierte en periodista. El valor está en contextualizar, jerarquizar y contrastar». En esa línea, lamentó la expansión del clickbait: «La noticia más leída suele ser sobre el culo de Jennifer López y no sobre la última ley publicada en el BOE. Es más fácil pinchar eso que algo sobre física cuántica».
Teodoro León Gross, junto al coordinador del ciclo, Paco Reyero, y parte del equipo de Cajasur, La Voz de Córdoba y Zoccomedia.
En su repaso de las patologías del sector, recordó la frase fundacional del Guardian: «Los hechos son sagrados y las opiniones son libres». Y concluyó con una advertencia: «El problema de la posverdad no son las mentiras, sino que cada vez nos da más igual la verdad. Preferimos la milonga que nos agrada a los hechos que nos incomodan».