Patones de Arriba, Madrid
Dos formas de subir a Patones de Arriba sin pasar agobios con el aparcamiento
Patones, un pequeño pueblo al nordeste de la Comunidad de Madrid que cuenta con tan solo 566 habitantes, es el destino de muchos para disfrutar un fin de semana.
Este pueblo se fundó en el siglo XVI y logró mantenerse durante siglos por su ganadería y agricultura. En la actualidad, vive del turismo, y es que este pueblo además de ser un gran ejemplo conservado de arquitectura negra, tiene muchos restaurantes en los que se puede disfrutar de una buena comida.
Sin embargo, estos planes pueden verse estropeados o alterados por los pocos lugares que hay para aparcar. Existe un sitio de aparcamiento en la entrada de Patones de Arriba, justo antes de la primera casa, pero este lugar no es suficiente para todos los coches que llegan. Muchos visitantes que llegan en coche se quedan sin saber que hacer al no encontrar lugar, otros lo dejan mal aparcado en los laterales de la carretera.
Lo difícil que puede ser llegar hasta Patones y encontrar sitio puede arruinar la visita, e incluso hay personas que se quedan sin ver las hermosas casas de pizarra y sin probar algún platillo de los restaurantes. Por ello, te traemos dos formas de evitar este recurrente problema y visitar de esta maravilla de lugar.
Existe un servicio de transporte desde Patones de Abajo hasta Patones de Arriba (el pueblo histórico). Este servicio funciona los fines de semana y festivos de 11.00 a 18.15 horas. Sin embargo, el servicio no funciona entre 15.30 y 16.15 horas por el descanso del conductor. El coste es de cuatro euros por persona, por subida y bajada, y el aparcamiento para dejar el coche se encuentra en la calle del Arzobispo Baltazar Moscoso en Patones de Abajo.
La otra manera es a través del acceso peatonal en Senda del Barranco, un camino que une Patones con el pueblo histórico (son aproximadamente 850 metros). Empieza en Patones de Abajo y mientras se cruza el camino se puede disfrutar del arroyo de Patones y de las vistas.
Patones es un lugar que no se puede dejar de disfrutar, declarado bien de interés cultural, se ve una arquitectura única y una buena muestra de la vida en el siglo XVI. Además, cerca del pueblo está el embalse del Atazar, los ríos Lozoya y Jarama y la antigua presa de Pontón de la Oliva.
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