
La profesora Elena Ramallo en la Asamblea de Madrid
Asamblea de Madrid
Alegato en contra del hiyab en la Asamblea de Madrid entre críticas de la izquierda y alusiones a la Biblia
Después de un arduo recorrido, la profesora Elena Ramallo compareció este viernes en la Comisión de Mujer de la Asamblea de Madrid para realizar un contundente alegato en contra del hiyab, que se encontró con las críticas de la izquierda, el apoyo de Vox y la equidistancia del PP entre ambos posicionamientos.
Ramallo, doctora en Derecho y activista por los Derechos Humanos, especialmente en la protección de mujeres y menores, denunció que «en muchos lugares, la sharia se está imponiendo y la sharia no es una tradición, habla de los matrimonio forzados, de la mutilación genital, de que las mujeres son impuras, infieles, de que las mujeres tenemos como objetivo la reproducción...».
«Yo no puedo consentir que, en mi país, esto se considere diversidad cultural, porque no lo es. La Constitución recoge derechos fundamentales, como la libertad, la dignidad y la igualdad», clamó, antes de calificar el hiyab como «una cárcel de tela».
Ante quien considera que la mujer puede libremente decidir ponerse el hiyab, Ramallo sentenció que «ninguna mujer se considera impura y decide taparse». «No voy a consentir que esto ocurra en mi país, después de todo lo que hemos luchado las mujeres para ser libres», proclamó la profesora, firme defensora de prohibir el hiyab en los colegios de España, una cuestión que a día de hoy no está regulada y son los propios centros educativos los que escogen sus códigos de vestimenta.
Para Ramallo, no se trata de una cuestión de «libertad religiosa» puesto que, consideró, esta puede recortarse si «atenta contra los derechos humanos» como, a su juicio, ocurre en el caso del uso del hiyab.
La portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Isabel Pérez Moñino, apoyó el discurso de la profesora, que fue invitada por su grupo parlamentario, no sin cierta dificultad puesto que, en un primer momento, denunció la formación, su comparecencia fue vetada. Sin embargo, posteriormente, consiguieron que la Mesa de la Asamblea la aceptara tras un cambio en la redacción de la petición y, finalmente, se produjo este viernes.
Moñino criticó que la presencia de Ramallo en el Parlamento autonómico haya «escandalizado a algunos, no sólo por lo que dice, que es razonable y urgente, sino porque se atreve a decirlo sin pedir perdón y sin casarse con nadie».
«El hiyab no es una prenda cultural inocente, sino que es el símbolo visible de una sumisión impuesta y de una ideología político-religiosa que se expande, mientras el resto de fuerzas políticas han decidido mirar para otro lado», esgrimió.
Por el contrario, la portavoz del PSOE en la Comisión de Mujer, Silvia Monterrubio, reconoció que ella no hubiera invitado a Ramallo a la Asamblea porque «tiene comentarios que son bastante racistas, homófobos y machistas» y aseguró que «la diversidad cultural defiende la libertad y la igualdad de todas las personas». Además, negó que en España a «nadie se le imponga el velo» ni cree que eso «vaya a ocurrir», al tiempo que aprovechó su intervención para arremeter contra Vox, al que acusó de haberse «colado» en las instituciones para «destruir la democracia».
Por su parte, el discurso de Ramallo también encontró oposición en Más Madrid, grupo que, a través de sus portavoces Jimena González y Marta Carmona, que aseguraron no tener ningún problema «con las tradiciones», pero sí con «el nacionalcatolicismo y con el supremacismo».
«Hablamos de nuestra sociedad con respecto a la cultura de personas migrantes como si nuestra cultura fuera algo caído del cielo, dado por un don divino y que no responde a los avances logrados por movimientos sociales como el feminismo», afirmó González, al tiempo que citó varios pasajes de la Biblia en los que se hace mención a la mujer que calificó como «barbaridades». «Nuestra cultura es fundamentalmente cristiana, pero gracias a la lucha feminista hemos llegado a sobreponernos a estas barbaridades», sentenció.
Mientras tanto, Carmona recriminó a Ramallo basar su exposición en la defensa de los derechos humanos cuando, recordó, «la libertad religiosa también es un derecho humano» y la diferenció del «fundamentalismo religioso», que censuró en todas sus formas. «Sigo esperando a que alguien me diga que me tengo que poner velo», agregó.
Así las cosas, desde el grupo parlamentario popular arremetieron tanto con la postura de Vox, como la compartida por el PSOE y Más Madrid. La portavoz del PP en la Comisión de Mujer, Esther Platero, estimó que el debate sobre el uso del hiyab no puede «ser secuestrado por dos extremos que lo manipulan». «Ambos se equivocan y dañan a las mujeres musulmanas porque lo que hacen es dar un respuesta simple a un problema complejo», explicó.
Así, reprochó a la izquierda que «en nombre del respeto cultural, se vuelva cómplice del islamismo más reaccionario», y a Vox utilizar el hiyab para «atacar a comunidades enteras y para criminalizar a barrios y familias».