El Gobierno deja en el aire la llegada de menores inmigrantes a Pozuelo entre amenazas de la alcaldesa

El Gobierno de Pedro Sánchez no termina de aclarar si, finalmente, va a trasladar a Pozuelo de Alarcón a 400 menores extranjeros no acompañados solicitantes de asilo procedentes de Canarias. Un extremo que trascendió a la prensa la semana pasada y que ha provocado un enorme revuelo en el municipio pero que, el delegado del Gobierno en Madrid, ha dejado en el aire.

Según Francisco Martín, la decisión aún «no está tomada» aunque reconoce que el Centro de Recepción, Atención y Derivación para personas Desplazadas (Creade) de esta localidad situada al oeste de la región capitalina reúne «las mejores condiciones» para alojar a estos menores de los que, recuerda, el Ejecutivo central debe hacerse cargo en virtud de un auto del Tribunal Supremo.

«Es una decisión que aún no está tomada, pero entiendo que no debería suponer ningún problema», aseguraba ayer a las puertas del Consistorio pozuelero, donde se reunió con la alcaldesa, la popular Paloma Tejero. El delegado del Gobierno recordó que este centro comenzó como un lugar para acoger a refugiados ucranianos y entiende, por tanto, que igual que desde el Ayuntamiento no tuvieron problema en acoger entonces a personas de esa nacionalidad, no lo tendrán ahora para acoger a menores procedentes de África. Es decir, vino a acusar a la alcaldesa de racismo, puesto que, tal y como sabe Martín, esta se ha opuesto «frontalmente» a este traslado desde que se conoció la primera noticia al respecto.

Una negativa que reiteraba de nuevo este jueves, con advertencias al Gobierno de Sánchez de que no van a aceptar la llegada de ningún menor inmigrante al pueblo. Además, en la misma línea que ha adoptado el Gobierno de la Comunidad de Madrid, Tejero recordó ayer al Ejecutivo a través de un comunicado que no puede trasladar a esos menores sin aceptación expresa por parte del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.

«El traslado de menores de una comunidad a otra exige, por imperativo legal, la aceptación expresa de la comunidad receptora, con independencia de que sea un centro estatal y aunque se trate de menores solicitantes de asilo», explicó.

Sin embargo, más allá de las declaraciones del delegado a la prensa, el Gobierno central sigue sin comunicar nada a la administración autonómica y, aún más sangrante, ni siquiera ha dado respuesta a las múltiples cartas que le han hecho llegar tanto el Ayuntamiento de Pozuelo como la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, inquiriendo sobre la cuestión.

A pesar de ese silencio epistolar, Tejero decidió ayer mandar una nueva misiva a la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, para que «garantice de manera oficial que no enviará ningún menor a la localidad», al tiempo que le solicita una reunión «urgente» para tratar de manera formal todas estas cuestiones.

Además, ante las veladas acusaciones de racismo por parte del delegado, Tejero recordaba que «Pozuelo es solidario y acogedor y lo ha demostrado siempre», pero esto es «un atropello fruto de una política migratoria nefasta que lo único que consigue es alimentar el efecto llamada».