Pancartas pro palestinas en la Plaza de la Virgen Blanca, en Vitoria
Las fiestas de Vitoria comienzan con la bajada de Celedón politizada con la causa palestina
La tradicional inauguración de las celebraciones estuvo teñida de reivindicaciones políticas a favor del pueblo palestino
La tradicional bajada de Celedón, símbolo de arranque de las fiestas de Vitoria, volvió a llenar la Plaza de la Virgen Blanca de miles de personas en un ambiente festivo y caluroso. Sin embargo, la jornada se vio empañada por la inclusión, una vez más, de un mensaje político que poco o nada tiene que ver con el espíritu de celebración.
Iñaki Kerejazu, que por segundo año consecutivo encarnó al aldeano que da nombre al acto, aprovechó su intervención desde la balconada de San Miguel para pedir el fin del «genocidio en Palestina». Un comentario que, si bien refleja una sensibilidad ante el conflicto internacional, ha sido interpretado por muchos como una instrumentalización ideológica de un evento festivo que debería ser patrimonio común de todos los vitorianos, con independencia de su ideología.
Resulta especialmente llamativo que, en un acto popular cuyo objetivo es unir a la ciudadanía en torno a la alegría, la convivencia y la cultura local, se introduzcan mensajes cargados de carga política y partidista sobre un conflicto internacional profundamente complejo. Reivindicar el fin de un «genocidio» —término que no es reconocido como tal por la mayoría de organismos internacionales— no es una postura neutral, sino un alineamiento explícito con una narrativa muy concreta, que invisibiliza otras realidades del conflicto.
Quienes defienden la despolitización de las fiestas populares critican que este tipo de intervenciones acaban apropiándose de espacios que deberían ser inclusivos y ajenos a la confrontación ideológica. «No todo vale para meter con calzador una causa política», comentaban algunos asistentes, mientras otros lamentaban que la causa palestina se haya convertido en una consigna recurrente para colectivos que, aprovechando la visibilidad mediática, relegan el carácter festivo a un segundo plano.