Juan José Balbás, con su mujer, Clara y su hija Patricia
La bodega familiar que va por la séptima generación y cambió la historia de Ribera del Duero
Balbás, en la localidad burgalesa de La Horra, batalló para lograr la Denominación de Origen y es una de las que participó en su fundación en 1982
Siete generaciones familiares, 250 años de historia y ganas de innovar sin perder la tradición. La historia de Bodegas Balbás, en la localidad burgalesa de La Horra, comienza a escribirla Abundio Balbás, al elaborar vinos tintos con uvas de cultivo propio, en 1777. Ésta era una práctica muy común entre los aldeanos de aquellas tierras, quienes, en la necesidad de conservar el vino, comienzan a almacenarlo en botas que elaboran ellos mismos con pieles de cabra secas sin curtir.
Hoy en día es su tataranieto Juan José Balbás, quien ejerce como director general, junto a su mujer Clara y sus hijas Patricia y María Balbás, la séptima generación, que también se han embarcado en el negocio familiar. «Para mí era algo natural coger el testigo, ya que he crecido entre las viñas. Es un proyecto familiar que vives desde la cuna, que sientes como algo tuyo y con el que tienes una vinculación total. En ningún momento te planteas no seguir adelante con ello», declara Patricia Balbás, directora general adjunta, en conversación con El Debate.
Patricia Balbás subraya la importancia de la bodega en el nacimiento de la Denominación de Origen de Ribera del Duero, con más de 24.000 hectáreas de viñedo, en una franja de la cuenca del río Duero. «Estoy tomando el relevo a una generación, mi abuelo, que marcó un salto cualitativo al impulsar la Denominación de Origen de la Ribera del Duero, una DO creada en 1982 y que ampara a día de hoy a más de 300 bodegas», añade.
Bodegas Balbás
Balbas atesora más de 160 hectáreas de viñedos y en su mayoría producen tinta del país tempranillo, pero cada una de sus parcelas tiene una historia y un propósito diferentes. Cultivan otras uvas como cabernet sauvignon, albillo mayor o merlot, también fueron pioneros en la introducción de esta uva en la zona.
Como novedad, acaban de lanzar Ancestral 2019, elaborado al estilo tradicional, reflejo del terroir del que procede, con las mejores uvas procedentes de la finca El Castillo, en el corazón de La Horra, que se encuentra situada a una altura de 870 metros y con orientación sur.
Viñedos de bodegas Balbás
El año pasado, facturaron 3,5 millones de euros, un 10% más que en 2021. Esperan aumentar en un 28% la cifra de negocio en 2023. «Como grandes retos está el no quedarse atrás. Esto supone, por una parte, afianzar los mercados en los que estamos presentes en la actualidad y, a la vez, identificar los mercados emergentes en los que poder expandirte, sobre todo en el mercado internacional», reflexiona Patricia Balbás. Hoy sus vinos se exportan a Suiza, Dinamarca, Holanda, Alemania, Bélgica, Polonia, Irlanda del Norte, Georgia, Japón, Taiwán o Corea del Sur y, en América, está presente en Estados Unidos y Canadá, en Puerto Rico, República Dominicana, Guatemala, Costa Rica y México.
La familia Balbás es consciente de la importancia de saber vender los nuestro fuera de nuestras fronteras. «En España nos falta confiar en nosotros mismos y en las calidades de los productos que tenemos, que son extraordinarias. Siempre quedamos atrás de otros países como Francia o Italia porque no nos lo creemos como deberíamos. Por ejemplo, en el mundo del vino, los franceses, californianos o italianos tienen mucho más renombre que los españoles, aunque poco a poco vamos mejorando, sobre todo en la Ribera del Duero».