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03 de mayo de 2024

Su plaza mayor está repleta de soportales y balcones

Su plaza mayor está repleta de soportales y balcones

Gastronomía

El mejor pueblo de España para comer lechazo

Su castillo del siglo XIII es otro de sus atractivos turísticos junto con la Vieja Cárcel y su Plaza Mayor, centro neurálgico de la gastronomía

Que España posee un buen número de pueblos de alta belleza geográfica, cultural y gastronómica no es nada nuevo. Cada año, este país atrae a millones de viajeros que recorren los más de 8.100 pueblos con encanto. Motivo principal por el que la conocida editorial de viajes Lonely planet haya seleccionado los 8 pueblos preferidos por sus usuarios.
Del ranking, tan sólo uno se ubica en Castilla y León: Pedraza, elegido por su ambiente arquitectónico, sus calles empedradas y su origen medieval. Destaca Lonely planet que es un pueblo mágico de día, pero de noche aún más. Cada primer y segundo sábado de julio desde hace 27 años, el pueblo se llena de luces en su mítica Noche de las Velas, una cita que no se pierden sus habitantes, pero que, además, se ha convertido en un reclamo turístico.
Balcones, ventanas, calles... Cualquier lugar es bueno para prender una vela y que un sobrecogedora atmósfera inunde cada rincón del pueblo. De día, el encanto único no se pierde y se traslada a sus calles empedradas. Con razón forma parte del ranking de los pueblos más bonitos de España junto a Potes, Alquézar o Albarracín.
Ubicado entre las sierras de Somosierra y Guadarrama, Pedraza conserva su carácter medieval hasta tal punto que posee una única vía de entrada, la Puerta de la Villa, un gran portalón desde es el que se accede al Conjunto Monumental que es esta fortaleza amurallada repleta de laberintos umbríos y tranquilos con casas blasonadas del siglo XVI.
Este arco con detalles de decoración mozárabe está unido al torreón de vigilancia y el edificio donde se ubicó la cárcel en el siglo XVI. Hoy está restaurado y acoge un museo en el que se muestra cómo eran las antiguas celdas y algunos artilugios que se utilizaron para mantener a raya a los presos. Si se sigue por la calle de las Cuestas se llega cómodamente a un mirador desde el que comprobar tanto lo alto que está situado el pueblo como lo espectacular que es su entorno.
La magnífica atmósfera de la Noche de las Velas

La magnífica atmósfera de la Noche de las VelasFundación Villa de Pedraza

Todos los caminos tarde o temprano nos llevan a su Plaza Mayor, con soportales y casas solanas de madera, desde las que las familias nobles disfrutaban de los espectáculos que allí tenían lugar. Desde sus balcones uno también puede echar una ojeada a la torre románica de la iglesia de San Juan, la única visitable a día de hoy, o a los palacios de los marqueses de Lozoya y Miranda.
Sin embargo, una visita a Pedraza no se entiende sin un buen homenaje gastronómico, siendo la plaza el centro neurálgico gastronómico. Entre los restaurantes donde el cochinillo es el rey encontramos Casa Taberna, propiedad de la televisiva Samantha Vallejo Nágera, y El soportal. Fuera de la plaza, la gran recomendación es Bodegón Manrique, donde ofrecen el típico menú segoviano de sopa castellana, ensalada y lechazo.
Pedraza

Las calles empedradas doran al pueblo de encantoAyuntamiento de Pedraza

No hay pueblo que se precie sin su propia leyenda y la de Pedraza la protagonizan Elvira y Roberto, cuya historia de amor recorre los muros del castillo. Fue construido en el siglo XIII, aunque con el tiempo ha sido reconstruido varias veces. La última, cuando lo adquirió el pintor Ignacio Zuloaga. En su día vivieron también los Velasco y los trágicos amantes.
Existen incontables versiones que narran desenlaces pasionales entre los jóvenes, sin embargo, todo se puede resumir a un trágico acontecimiento. Se dice que, Sancho de Riadura siendo el señor del castillo se casó con una plebeya de nombre Elvira. La susodicha en cuestión no correspondía los sentimientos del patrono, sino que estaba enamorada de un labrador llamado Roberto.
El castillo habita leyendas

El castillo habita la leyenda del trágico amor de Elvira y RobertoSegovia Turismo

Tras ver que su amada contrajo nupcias con otro, Roberto desconsolado se unió a un convento. Tras pasar los años, el esposo de Elvira participa en la defensa de Castilla durante la invasión de los Almohades. Así, aprovechando la ausencia del noble, la joven se reencuentra con Roberto.
Sin embargo, al volver y ser informado de la infidelidad de su esposa, Sancho obliga a Roberto a usar una corona de púas como penitencia. Esto provocó la muerte del joven y la ira de Elvira, quien se encerró en su habitación y se clavó una estaca en el corazón. La leyenda cuenta que Elvira también incendió la torre en la que cometió suicidio. Por ello, se tiene la creencia de que en las noches de verano se puede ver a los amantes pasear bajo un halo de fuego.
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