Chocolate con churros — La gastronomía china es la artífice de la receta hoy popularizada en Madrid

Gastronomía

Estas churrerías de Madrid demuestran que hay vida más allá de San Ginés

Nadie se resiste a esta mezcla de harina, agua, aceite, sal y azúcar que ya se ha convertido en un éxito globalizado

Del desayuno a la merienda, pasando por un postre tardío tras una buena comilona. El plan castizo por excelencia en Madrid siempre va a acompañado de una buena ración de chocolate con churros. O porras, en su defecto.

Nadie se resiste a esta mezcla de harina, agua, aceite, sal y azúcar que ya se ha convertido en un éxito globalizado. Aunque nadie se pone de acuerdo en el origen de la receta. En Estados Unidos se cree que provienen de México; en México, de Asia, y en Madrid, que son una invención local.

Por mucho que sea plausible pensar que es típico de la repostería española freír una buena masa en aceite, debemos reconocer la procedencia del churro a la gastronomía china. Cuenta la leyenda que surgió en esta zona en el siglo XIX bajo el nombre de you taio. Se trata de un pan frito muy típico de la cocina china, salado y que suele comerse de desayuno, como un acompañamiento natural del arroz o la leche de soja.

Con el producto exportado y –para qué engañarnos– mejorado, la capital española se hizo un nombre en materia churrera gracias, en parte, a San Ginés. El mítico establecimiento abrió sus puertas en 1894 y se ha convertido en un toda una eminencia gracias a servir los 365 días del año las 24 horas del día un producto de calidad y a buen precio.

Ellos mismos explican que «en el Madrid del siglo XIX había buñolerías por todas partes, ya que era un tentempié muy solicitado por los madrileños. Valle Inclán se fijó en este establecimiento y lo nombró como 'buñolería modernista' en Luces de Bohemia. La costumbre de tomar chocolate en Madrid es tan antigua como el descubrimiento de América, que fue cuando los españoles nos maravillamos con este producto».

Pese al paso de los años, la obsesión del madrileño sigue siendo la misma. Lo único que ha cambiado en este tiempo –y para mejor– es que las opciones para degustar unos buenos churros con chocolate son cada vez más numerosas.

Los artesanos 1902

Ni más ni menos que 5 generaciones ininterrumpidas son las que llevan gestionando este negocio, pasando el saber hacer y su receta secreta de padres a hijos hasta conseguir uno de los mejores chocolates con churros de Madrid. Con un estilo muy similar al de la mítica San Ginés, pero sin tantas aglomeraciones, cuentan además con opciones sin gluten, sin lactosa, sin azúcar y veganas. Sin olvidar su chocolate con nata o ron.

Dirección: C. de San Martín, 2.

Chocolatería siglo XIX

Más de 40 años de experiencia y unos churros que no dejan indiferente a nadie explican que se haya convertido en una referencia en Vallecas y San Sebastián de los Reyes, donde tiene sus locales. Churrerías Siglo XIX consiguen churros muy crujientes y poco aceitosos –todo un arte dar con el equilibrio exacto–.

Dirección: Avenida de la Albufera, 270.

Madrid 1883

Ubicada en pleno barrio de Malasaña, la chocolatería Madrid 1883 puede presumir de ser la más antigua de la ciudad. Ofrece las porras y churros de siempre desde su local de la calle Espíritu Santo, aunque se ha adaptado a los nuevos tiempos y también cuenta con opciones dulces y saladas para los más atrevidos que han apodado como churrazos. La calidad de su producto abala sus cifras: 5.000 churros al día y más de 250 tazas de chocolate.

Dirección: calle del Espíritu Santo, 8.

Churrería Santa Ana

Una buena mañana en el rastro no se entiende sin su vermú ni una visita a Churrería Santa Ana, un pequeño local que lleva abierto desde 1895 con una única premisa: que sea para llevar. Solo venden churros, porras, patatas fritas, café y chocolate. Aunque, con unas recetas insuperables como estas, ¿para qué más?

Dirección: calle de Santa Ana, 5.

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