Una de las regiones para cautivar los paladares con una rica historia vitivinícola que se remonta al siglo VII
Gastronomía
Cinco tesoros vinícolas para visitar Burgos de otra manera
Enclavada en la pintoresca región de Castilla y León, la Denominación de Origen Arlanza emerge como un tesoro vinícola por descubrir para los amantes del vino
El Valle de Arlanza, ubicado en la región de Castilla y León, representa un paisaje castellano de colinas ondulantes y viñedos que se extienden hasta donde alcanza la vista. La historia y la cultura se funden en este valle dónde sus campos, salpicados de encinas y robles, brindan un escenario idílico para los amantes del senderismo y la naturaleza en sí misma.
En cuanto a la gastronomía, este valle es un festín para los sentidos. La cocina tradicional castellana se fusiona con los productos locales para ofrecer platos auténticos y sabrosos. Desde el cordero asado en horno de leña hasta los embutidos caseros y los quesos artesanales, la oferta culinaria es abundante y deliciosa.
Desde el punto de vista cultural este enclave respira historia en cada rincón. Antiguos monasterios y castillos medievales salpican el paisaje, recordando tiempos pasados de esplendor y grandeza. La DO Arlanza abarca una extensa área que abarca partes de las provincias de Burgos y Palencia, en la que las condiciones climáticas y geográficas favorecen el cultivo de la vid. Aquí, los viñedos se benefician de un clima continental con influencias atlánticas, suelos arcillo-calcáreos y una altitud que proporciona amplitud térmica, elementos que contribuyen a la complejidad y elegancia de los vinos de esta zona.
Bodegas Valtravieso elabora en un pequeño paraje su vino Las Mamblas. Los viñedos cuentan con una ubicación privilegiada en Covarrubias, en plena ribera del Arlanza y junto a la sierra de Las Mamblas con un paisaje excepcional compuesto de viñas centenarias en vaso. Bajo el concepto de tinto de villa, este vino es el reflejo del carácter Arlanza. Fresco y directo, la mejor expresión del Tempranillo ancestral.
La tradición de elaborar los vinos en la zona llevó a la recuperación de viñedos y de variedades que habían sido abandonadas en la zona. Familias que elaboran desde hace más de un siglo como la de Bodegas Palacio de Lerma elaboran hoy vino como Pico Fino. Un vino de crianza de la variedad tempranillo con 26 meses en barrica francesa de grano fino. Catar un vino Palacio de Lerma es saborear cultura, naturaleza y arte. Algunos indican que en sus vinos se aprecia el cariño en los procesos de elaboración que han perdurado de abuelos a nietos.
En la localidad de Villalmanzo, en el corazón de la DO Arlanza se sitúan las Bodegas Sierra. El abuelo Agapito comenzó como marchante de uvas y vinos por la zona. Toda una vida dedicada al sector, desde los años 60 del siglo pasado. Su vino, Sueños del Duque, se produce con uvas que se recogen de viñedos que se encuentran a más de 900 metros de altitud. Junto a las peculiaridades del terreno se acumulan las condiciones climatológicas con veranos cortos, secos y calurosos, con variaciones de temperaturas muy grandes. Todo esto hace que los vinos sean tan peculiares como amplios en la boca.
El vino que se escribe con ‘b’, lo pone en Arlanza Bodegas Buezo. Una propiedad ubicada en el municipio burgalés de Mahamud y que trabaja de forma principal la elaboración de vinos de guarda. El Buezo Natan, elaborado con la variedad Tempranillo, es un vino que expresa la tradición artesanal de la producción a través de una crianza en barrica nueva de roble francés (100%), durante un período mínimo de 12 meses, permaneciendo en botella al menos 72 meses más redondeándose. Ahora mismo se comercializa la añada de 2005, no te asustes, se mantiene y está espectacular.
Ya en la zona de Palencia, Bodegas Valdesneros fundadas en el año 2001 elabora sus vinos en la localidad de Torquemada, en el Cerrato Palentino. Uno de sus vinos más peculiares es el Amantia, elaborado con uva del hielo. Se deja sobre madurar la uva en el viñedo hasta las primeras heladas del invierno. Durante este tiempo el grano se hiela, el agua se expande y rompe la cascarilla de uva. Al perder más agua se produce, de modo natural, una mayor concentración de azúcar. Esto hace que se produzca un aumento en la concentración de sabores, aromas, azucares y acidez, obteniendo así este característico vino naturalmente dulce.
El Valle de Arlanza es un destino que cautiva tanto por su belleza natural como por su riqueza gastronómica y cultural, invitando a los visitantes a descubrir sus encantos y saborear sus delicias.
Explorar los vinos de la DO Arlanza es adentrarse en un mundo de tradición, pasión y excelencia enológica. Cada botella cuenta una historia única, reflejo del terruño y del trabajo meticuloso de los viticultores y bodegueros de la región, mostrando la diversidad de estilos y la calidad.
Tiempo de Vinos (www.tiempodevinos.com)
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