Más es menos y los nuevos símbolos de estatus
Del cutre-luxe al vestido de domingo
Lo que surgió cual espuerta de mimbre para recoger la cosecha es actualmente un tipo de bolso que representa todo un símbolo de estilo. Las zapatillas de yute de los campesinos de la vieja Hispania están a la última y hasta las novias las eligen para su día más memorable. Y el código de vestir se relaja pudiendo llevar ellas una túnica en verano de la mañana a la noche. ¿Es ahora más que nunca verdad lo del «más es menos»?
En las últimas décadas, algunas influencers de bajo cuño y ciertas esposas de deportistas del balón han puesto de moda un estilo muy muy muy costeado que –salvo honrosas excepciones– las convierte en lideresas del plasticoso mundo del cutre-luxe. Muchas marcas que hace 10 o 20 años representaban un símbolo de estatus de alto nivel, han conquistado terrenos movedizos y se encuentran ahora en los armarios más controvertidos y –con frecuencia– en los menos elegantes.
Triunfa, sin embargo, ahora un estilo con toque bohemio y desenfadado, o lo que podríamos definir como ir un poco menos arreglada de la cuenta, evitando ir coordinada al 100 %, tratando de no combinar varios accesorios muy refinados a la vez o de escoger piezas artesanas y ecológicas. Sí, sí, en parte tuvo Jane Birkin la culpa.
Y en el caso de ellos, desde hace décadas se cumple aquello de que el que durante la semana viste de uniforme o de mono, trabaja en un taller o fábrica, aprovecha el fin de semana para vestirse de domingo, peinaíto y arreglao de arriba a abajo. Mientras que los que desempeñan su labor trajeados y con corbata, aprovechan el fin de semana para llevar chinos, zapatos de conducir, algún polo o camisa de rayitas y un jersey en tonos refrescantes. Lo de siempre: el mundo al revés.