Emma Watson, en una campaña promocional de Prada
El diablo no viste de Rada: la Justicia europea da la razón a Prada en su lucha contra una firma rumana
El Tribunal de la Unión Europea considera que el parecido entre las marcas puede causar confusión entre los consumidores
Las imitaciones están a la orden del día. No hay que acudir a parodias como Los Simpsons para hablar del pato Monald, solo basta con salir a las calles de Bruselas para ver un Zaya inspirado en cierta marca española, tipografía y logo incluidos. Pero más allá de la curiosidad y la broma, el hecho de que dos firmas se parezcan pueden causar problemas económicos a alguna de ellas y mucha confusión entre los consumidores. Así ha ocurrido con Prada y Rada, cuyo caso ha terminado en los tribunales.
La historia comenzó tres años atrás. La firma rumana Rada Perfumery trató de registrarse en 2020 como marca en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea, pero su solicitud fue denegada parcialmente. Los argumentos se fomentaban en el excesivo parecido que existía con la italiana Prada y la confusión que ello podría causar entre los consumidores.
Rada decidió acudir entonces a la Justicia, que este miércoles le dio la razón en primera instancia a Prada alegando que la compañía rumana lo que trataba de hacer realmente era emular a la mítica marca de moda. Para más inri, la empresa Rada está orientada a productos de cosmética, muy parecidos a los que distribuye Prada, por lo que podría causar aún más conflictos entre ambas.
Comparación de ambos logos
La compañía solicitó que se volviera a estudiar el caso, pero su recurso fue rechazado por la Oficina de Propiedad Intelectual. Rada Perfumery, entonces, alzó el caso al Tribunal General de la Unión Europea, que no pudo hacer otra cosa que dar la razón al organismo que había rechazado la inscripción.
La firma rumana alegó que ni el olor, ni las cajas ni el diseño de sus frascos se parecen a los de Prada, aunque el TGUE consideró que la Oficina de Propiedad Intelectual no se equivocó al considerar que los productos son «idénticos». No consideró el argumento de Rada, que aludía a que los frascos de Prada eran «europeos» mientras que los suyos evocaban al mundo árabe.
La italiana Prada no se ha pronunciado sobre el conflicto, aunque es posible que Rada no se quede conforme y recurra la decisión del Tribunal General al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Su sentencia, en el que caso de que se tenga que producir, sí sería definitiva y cerraría por completo el litigio acerca de las imitaciones.
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