El pato pekinés es la especialidad del restaurante Hutong
Hutong, el restaurante chino en el barrio de Salamanca con el mejor pato laqueado
Tras siete meses de reforma, reabre con una nueva barra de dim sum a la vista y mantiene el pato a la pekinesa como emblema
Un miércoles de agosto a las tres de la tarde, con las calles de Madrid sumidas en el letargo estival, dentro del restaurante Hutong la mayoría de sus mesas están ocupadas y muchos clientes son chinos. Un grupo de empresarios con corbata apuran su wonton (empanadilla) con salsa roja, dos amigas con bolsas de compras de Louis Vuitton preparan sus crepes de pato pequinés y una familia termina sus bocados de arroz frito rellenos de sésamo negro y cacahuete. Aquí se respeta el alma de la auténtica gastronomía china tradicional de Pekín y de la cocina de Sichuan y sus picantes. Tras siete meses cerrado por renovación, el pasado mayo reabrió en la calle Lagasca del barrio de Salamanca uno de los restaurantes de cocina china más distinguidos. Sobrio y refinado. Sin farolillos ni dragones.
Una barra de dim sum a la vista da la bienvenida, donde un maestro especializado elabora al momento estas joyas de la cocina cantonesa. La técnica es protagonista: xiaolongbao de cerdo jugoso, xiumai de ternera con caldo en su interior y hakao de langostinos envueltos en masa de arroz apta para celíacos.
El emblema de Hutong sigue siendo su pato laqueado a la pekinesa elaborado con el método tradicional. A la entrada el horno de leña ofrece una ventana al proceso: el pato entero se asa durante casi 90 minutos con madera frutal consiguiendo una piel dorada y crujiente y una carne jugosa con un aroma profundo. Primero sirven un bocado de piel crujiente con caviar en pan de cristal. Continúa con el pato trinchado, acompañado de crepes finas, pepino, cebolla china, membrillo, nabo amarillo y la dulce salsa Hoisin de ciruela. Cada uno se lo prepara a su gusto.
Calamares en salsa picante
Junto a sus clásicos más celebrados, como el pollo gong bao, el crujiente de pollo con guindilla de Sichuan o la lubina con soja dulce, la carta presenta nuevas propuestas que reflejan la riqueza del recetario tradicional con un toque contemporáneo. Destacamos los calamares en salsa picante, jugosos, con un fondo profundo y especiado y la cazuela de lubina y langostinos con pimientos encurtidos, vibrante y llena de matices sichuaneses.
Además dispone de un interesante menú del día por 16 euros, entre semana. Aunque va variando, uno puede encontrar. Un entrante a elegir entre kaoufu o wakame, un dim sum de langostino, un principal a elegir entre pollo con setas o ternera con arroz y guarniciones como arroz al jazmín o tallarines con verduras.
Salón del restaurante Hutong, en la calle Lagasca
La sala recupera la estética clásica china sin caer en los excesos. Papeles pintados, jarrones ornamentales o patrones geométricos en negro y madera. Como novedad, se incorporan dos reservados: uno más amplio, pensado para grupos y celebraciones, y otro más discreto para reuniones o cenas personales.
Hutong es un restaurante chino donde se disfruta con una cocina auténtica repleta de matices. El servicio es atento y cercano y le guiarán a la hora de pedir peguntándole por su grado de tolerancia al picante. Recordemos que la provincia de Sichuan, en China central, se caracteriza por sus sabores explosivos. Hay cerveza Tsingtao, que se produce desde 1903 en la ciudad de Qingdao, a la que debe su nombre.