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26 de abril de 2024

Alumnos del Colegio Privado Alameda de Osuna entran a clase desde el patio

Alumnos del Colegio Privado Alameda de Osuna entran a clase desde el patioEuropa Press

Centros educativos

Los colegios de Madrid siguen recomendando el uso de mascarillas en el patio

Para la Asociación Española de Pediatría, la situación epidemiológica era la apropiada para retirar la obligación de las mascarillas en el recreo. El problema es que los centros educativos no pueden garantizar la distancia de seguridad

Hace una semana que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció que las mascarillas dejaban de ser obligatorias en los patios de los colegios si se cumplía la distancia de seguridad. La mayoría de las comunidades autónomas no permiten aún a 
a los alumnos no llevar la mascarilla al aire libre, siguiendo la pauta de la Declaración de Actuaciones Coordinadas en Salud Pública frente al COVID para centros educativos durante el curso 2021-2022. La única condición para no hacerlo, recogida en la declaración, era poder asegurar un metro y medio entre los alumnos.
Antes de que la presidenta Ayuso diese el paso y levantase la obligatoriedad, País Vasco, Cataluña y Asturias ya permitían que los más jóvenes pudieran estar en espacios abiertos sin cubrebocas hacía semanas. Sin embargo, aunque algunas comunidades están estudiando seguir los pasos de estas cuatro regiones, la gran mayoría todavía ni lo considera.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, respondió a la decisión de Madrid pidiendo a Díaz Ayuso que no se adelantase a otras comunidades autónomas, y recordando que la ley en vigor desde el 29 de marzo obliga a usar mascarillas en espacios al aire libre donde no se pueda mantener la distancia de seguridad. 
Un alumno deja su mascarilla en el pupitre

Un alumno deja su mascarilla en el pupitreEuropa Press

Sin embargo, muchos centros educativos de la Comunidad de Madrid han mandado comunicados a las familias recomendando el cubrebocas porque no ven posible garantizar la distancia de 1,5 metros. Uno de ellos es el Instituto Joaquín Turina de Madrid, donde estudia la hija de Pedro Bernabé, quien afirma: «nos enviaron una circular indicando que a pesar de las recomendaciones iban a seguir aplicando el protocolo y las mascarillas se iban a seguir utilizando». Como padre, cree que el problema estriba en que las condiciones de seguridad no se pueden cumplir: «al menos es la experiencia que tengo con mi hija. Todo esto va mucho más allá y tiene que ver con el nivel de masificación de la educación pública».
Desde el Consejo de Directores de Madrid, hicieron un llamamiento a la prudencia: «es necesario mantener todas las medidas para salvaguardar la salud de estudiantes y docentes. La responsabilidad se pone sobre los hombros del profesorado y de los equipos directivos, una responsabilidad que, en muchos casos, es prácticamente imposible de cumplir». 

Las condiciones eran buenas

Por otro lado, el coordinador del grupo de trabajo de la Asociación Española de Pediatría para la reapertura de la escolarización, Quique Bassat, pediatra y epidemiólogo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), afirma que epidemiológicamente parecía un buen momento para hacerlo. «Se habían cumplido más de seis semanas de clase sin muchos problemas, sin mucha transmisión ni muchos contagios, y las cifras de incidencia eran también bajos. Los dos requisitos de la Asociación Española de Pediatría eran una incidencia baja a nivel nacional y una cobertura alta a nivel vacunal de los adolescentes». Lo que no estuvo bien, según el pediatra, fue que una comunidad lo hiciera de manera unilateral. Tan solo una semana después, Bassat adelanta que «es muy pronto para decir si ha habido más contagios en los colegios, pero lo veremos pronto. Mi sospecha es que va a tener poco impacto».
Avisan desde los colegios que aunque quieren, no pueden, y lo más importante, no van a arriesgarse. Gabriela Lezama Leguizamón, miembro del equipo COVID del Colegio Everest de Madrid, afirma que cuando recibieron la noticia, «hubo un poco de confusión. Salió en la prensa, pero los colegios no recibimos un comunicado oficial». Entonces, se puso en contacto con Salud Pública y la respuesta fue que la realidad había de imponerse. «En un colegio es irreal pensar que con cuatrocientos niños a la vez en el patio se puede garantizar esa distancia e igual que nos lo han dicho a nosotros se lo habrán comunicado a todos los demás». 
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