Escena del comic `Miguel Ángel de la Guarda´
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Miguel Ángel de la Guarda, el cómic que retrata el abandono de las personas mayores
La corrupción económica, las estafas y el abandono de las personas mayores son algunos de los temas que el autor de este libro solidario buscaba denunciar
Pablo Conde trabaja desde hace quince años en informativos de televisión. En 2014, un reportaje sobre afectados por la venta de acciones preferentes de cajas de ahorro, para el que tuvo que entrevistar a personas mayores que habían sido estafadas, le impactó tanto que se dispuso a escribir un guion para una película. «Esas personas habían perdido todos sus ahorros porque habían confiado en la buena fe de un comercial, y quise darle la vuelta a la historia para hacer ver que esos engaños no salen gratis para nadie», afirma Pablo.
Así es como surge la idea de Miguel Ángel de la Guarda, que en vez de una película se ha acabado convirtiendo en un cómic dibujado por Fran Iglesias Periáñez y escrito por el propio Pablo Conde. Su objetivo es poner el foco sobre la corrupción económica y las estafas, pero también sobre el abandono de las personas mayores, aunque desde un punto de vista cómico. «No quería que fuese un drama –explica Conde–. La comedia nos ayuda a entrar mejor en una historia».
Escena del comic Miguel Ángel dela Guarda
Miguel Ángel es un extrabajador de banca que había estafado a cientos de jubilados con la venta de acciones preferentes y terminado quedándose en la calle. «Necesita un sitio donde vivir, y lo consigue haciendo lo único que ha sabido hacer hasta ese momento: estafando a una persona mayor. En ese momento, conoce a Milagros y le hace creer que es su ángel de la guarda», cuenta el autor.
Así es como comienza la historia narrada por Pablo Conde, una comedia de enredo en la que Miguel Ángel tiene que convencer a Milagros de que es un ángel, pero a la vez conseguir que el resto del mundo no se entere. Sobre el desarrollo de la historia, el propio Conde afirma: «Vamos viendo cómo la relación entre ellos se va transformando y le hace darse cuenta de por qué ha acabado así».
Cuando terminaron de elaborar el cómic, decidieron que como el tema principal era la situación de las personas mayores y el abandono, iban a donar parte de lo recaudado. Por cada ejemplar que se vende, se destinan dos euros a la fundación del padre Ángel, Mensajeros de la Paz. La fundación destina lo recaudado a su proyecto el Teléfono dorado, a través del que se acompaña a todo el que llama en situación de soledad no deseada y aislamiento.
Portada del comic de Pablo Conde
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