Por cada hora que pasa un niño frente a una pantalla se triplica el riesgo de que sea obeso
Existe una estrecha relación entre el abuso de las pantallas, la obesidad y la calidad del sueño en niños y adolescentes
¿Crees que ingerir comida basura en exceso es la única causa de obesidad infantil? Si es así, estás equivocado. El factor de riesgo más importante es el tiempo que pasan niños y adolescentes delante de las pantallas, según estudios recientes.
La revista Pediatric Obesity publica un artículo revelador en el que se explica que un niño menos activo y que pasa la mayor parte del tiempo frente al televisor a los 4 años, tiene más probabilidades que otros de volverse obeso a los 7 años. Además, tiene un mayor riesgo de desarrollar síndrome metabólico en el futuro.
No solo eso: por cada hora que pasan los jóvenes delante de una pantalla, aumenta por tres la probabilidad de padecer obesidad. Así se desprende de una reciente investigación del Hospital Universitario de San Juan de Alicante y de la Universitat Jaume I.
Además, de problemas de obesidad se tienen altas probabilidades de tener problemas de sueño. «Hasta el 40 % de los niños con exceso de peso refieren trastornos crónicos de sueño que les inducen a una menor duración y calidad del mismo. En contraste, solo un 8 % de los menores con peso normativo ha referido trastornos del sueño», según recoge un estudio impulsado por la Fundación del Sueño Mónica Duart y la Fundación Valenciana de Pediatría de la Comunidad Valenciana (FUNVAPED).
Por tanto, el trabajo demuestra que hay una mejor calidad del sueño en niños que realizan actividad física habitual.
Los expertos recuerdan que lo más importante que puedes hacer para que tu hijo empiece a seguir un estilo de vida saludable es seguirlo tú mismo. Poco a poco, él seguirá tus pasos. Unido a esto, es fundamental limitar el tiempo que los menores pasan frente a las pantallas, haciéndoles comprender sus efectos secundarios.
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