Niños utilizando pantallas en el colegio
Las familias denuncian la falta de formación en los colegios sobre el buen uso de las pantallas
El 48 % de las familias desconoce si la escuela de sus hijos ofrece información sobre el uso saludable de pantallas
las escuelas no ofrecen la suficiente información sobre el uso saludable de las pantallas. Esta es una de las conclusiones más destacadas obtenidas por el estudio realizado a familias con niños menores de 14 años sobre el consumo de pantallas durante las recientes vacaciones de Navidad. Según Educación Incondicional, los encargados de la encuesta, el 83 % de los votantes denuncia que las escuelas no proporcionan suficiente educación, ni a las familias ni a los alumnos, sobre el uso y los peligros del uso de dispositivos móviles.
El estudio también revela que «las máximas preocupaciones de las familias son la adicción a las pantallas, la falta de educación sobre su uso responsable y las posibles consecuencias que deriven de su mal uso», afirma Elvira Perejón, neuroeducadora y CEO del proyecto Educación Incondicional. Teniendo en cuenta que, en muchos casos, los menores pasan más tiempo en el ambiente escolar que con sus propias familias se trata de un dato preocupante que pone sobre la mesa la necesidad urgente de medidas concretas en los centros educativos para abordar la desconexión educativa en torno a la tecnología.
El objetivo de este estudio, como indican desde Educación Incondicional es «poner el foco en una buena educación sobre competencia digital, así como de la gestión y el uso saludable de estos dispositivos y para ello familias y escuelas deben ir en el mismo barco apoyados por decisiones políticas conscientes». Por eso, es necesario que tanto la comunidad educativa y como las instituciones políticas estén presentes en este marco de responsabilidad social y que las escuelas como punto de encuentro educativo, proporcionen la formación y educación suficiente a toda la colectividad.
La evolución vertiginosa de la era digital ha ido acompañada de la preocupación por el exceso de consumo o problemas de aprendizaje en los menores, pero paralelamente las escuelas no han querido quedarse atrás en la innovación tecnológica, dotando las aulas de pizarras digitales, tablets y ordenadores para el alumnado, incluso usándolo como reclamo de renovación pedagógica desde Educación Infantil hasta la Universidad. Según Perejón, «aunque los avances en tecnología y el uso de dispositivos digitales han supuesto un gran avance en nuestras vidas, su uso inadecuado, se ha relacionado recientemente con problemas de salud y del desarrollo de los menores y es importante que en las escuelas se facilite una mínima formación». Estudios científicos y psicológicos, han confirmado que el consumo excesivo de pantallas en niños y adolescentes se asocia con un aumento de la obesidad, alteración del patrón del sueño, problemas de atención y alteración en el desarrollo del lenguaje, además de otras conductas y trastornos relacionados como salud mental y emocional.
En el presente estudio, el 78 % de los encuestados aseguran que sus hijos usan pantallas y el 45 % las usa a diario. Si a ello le sumamos los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), donde siete de cada diez niños y adolescentes de entre diez y quince años tienen teléfono móvil en España, demuestra que cada vez la edad para tener un dispositivo propio es cada vez más temprana. Por tanto, educar en la responsabilidad y gestión saludable es básico, pero no solo formar a los menores es necesario, sino que la formación y la información debe llegar a los adultos responsables de los menores para que puedan tomar las decisiones más acertadas para sus hijos y en ello las escuelas tienen la responsabilidad y la oportunidad de acompañar a las familias desde el principio.
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