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05 de mayo de 2024

Tribuna AbiertaIgnacio Louro ojea

No borren nuestro nombre

Una norma con clara carga ideológica, que borra nuestro nombre, que elimina el título de familia numerosa el cual nos identifica como familias con más hijos y nos garantiza unos derechos

Actualizada 04:30

Las familias numerosas españolas somos un colectivo muy amplio y diverso con características, circunstancias y necesidades diferentes, pero con la particularidad común de tener más hijos que la media de los ciudadanos. Esta es nuestra seña de identidad. La ley de familias, conocida como ley Belarra, se encuentra actualmente en trámite en el Congreso de los Diputados tras su aprobación la semana pasada en Consejo de Ministros.
Una norma que pretende borrar a las familias numerosas de la realidad de nuestra sociedad al retirar el título que tenemos reconocido desde hace décadas por todo lo que aportamos a una sociedad necesitada de capital humano. Aportamos niños, población activa y futuros cotizantes que contribuirán al sostenimiento de nuestro Estado de bienestar. Con una alarmante sequía de nacimientos, las familias numerosas somos presente y futuro. Realidad que en esta ley no parece tener el debido reconocimiento que merece.
¿Qué razones objetivas existen para eliminar nuestro nombre? Ninguna. Hasta el Consejo de Estado en su dictamen sobre la ley reconoce que la eliminación de nuestro nombre no se apoya en ninguna razón que lo justifique. Es más, no existe ninguna explicación de los motivos que justifican esta decisión.
Una ley que recoge diferentes situaciones familiares y que nos quiere englobar en una nueva categoría, «familias con mayores necesidades de apoyo a la crianza», eliminando así nuestro nombre. Nos equiparan a familias con características y necesidades diferentes a las de una familia numerosa cuya esencia viene determinada por el número de hijos, y al mismo tiempo, enviando un mensaje interesado de que somos un modelo de familia privilegiado, con rentas altas y/o vinculado a una determinada confesión religiosa. Nada más lejos de la realidad si atendemos a los diferentes estudios y encuestas sobre la situación económica y social de las familias numerosas españolas. Las hay de todo tipo y condición. A la mayoría le cuesta llegar a fin de mes.
Una norma con clara carga ideológica, que borra nuestro nombre, que elimina el título de familia numerosa el cual nos identifica como familias con más hijos y nos garantiza unos derechos. Que no reconoce nuestra aportación social. Que no tiene en cuenta el número total de hijos para el acceso a determinadas prestaciones o beneficios, o que nos integra en una nueva categoría que poco o nada tiene que ver con las circunstancias y necesidades que presenta una familia numerosa. A nadie se le escapa que no es lo mismo tener un hijo que tres, cuatro, cinco o más. Un cambio de nombre y concepto que cuenta con el rechazo de más del 95 % de las familias que reclamamos que se mantenga la actual denominación que nos reconoce como familias con más hijos. Ahí están las casi 84.000 firmas recogidas hasta el momento en Change.org.
El deseo del ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, es que la ley salga adelante con el máximo respaldo posible. Para ello, lo primero que debe hacer es escuchar y atender las demandas y necesidades de las familias, cosa que finalmente hará la próxima semana después de que la Federación Española de Familias Numerosas solicitase en reiteradas ocasiones un encuentro. Al menos el señor ministro no sigue el ejemplo de su antecesora en el cargo, la señora Ione Belarra, que en ningún momento mostró intención de recibir a los representantes de la federación.
En una de sus últimas comparecencias, el señor ministro afirmó: «No creo que una cuestión terminológica o una cuestión de nombres o de referencias deba ser obstáculo para construir los consensos políticos más amplios posibles». Mientras desaparece y se sustituye nuestro nombre, diluyendo nuestro modelo de familia dentro de otras realidades, en la ley se recogen otros tipos o situaciones familiares como, familia reconstituida con hijos o hijas de uniones anteriores, familia cuyo alguno de sus miembros reside en el exterior o familia en la que existan personas pertenecientes a colectivos LGTBI. Situaciones, por otro lado, que ya existen dentro del diverso colectivo de familias numerosas.
Espero y deseo que todos los partidos políticos con representación en el Congreso de los Diputados, muestren su apoyo a nuestra reivindicación para que se mantenga el nombre y título de familia numerosa que existe desde hace más de cuatro décadas. Que no borren nuestro nombre. No existe lo que no se nombra. Somos familias numerosas.
  • Ignacio Louro Ojea es miembro de la Asociación Gallega de Familias Numerosas.
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