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Una madre embarazada

Una madre embarazadaPexels

¿El bebé no quiere salir? Estos son los métodos naturales para estimular el parto sin recurrir a la cesárea

Para evitar tener que pasar por una inducción médica cuando el embarazo llega a término, algunas madres utilizan métodos respaldados por la ciencia —y otros, mitos sin fundamento— para acelerar el parto

Cuando el embarazo está a punto de llegar a término y el parto no se inicia, muchas embarazadas buscan alternativas naturales para evitar una inducción médica o una cesárea. Si el alumbramiento se desencadena a partir de una producción mayor de oxitocina, las alternativas para estimular la producción de esta hormona son varias. Pero, ¿qué métodos tienen respaldo científico y cuáles son solo mitos?

Caminar: una ayuda bien fundamentada

Caminar de forma recurrente durante las últimas semanas del embarazo puede ser beneficioso para lograr que el parto se desencadene de forma natural. Un estudio publicado en BMC Pregnancy and Childbirth encontró, en concreto, que caminar unos 30 minutos seguidos, al menos tres veces por semana, a partir de la semana 38 de gestación, puede aumentar de forma notable la probabilidad de un parto espontáneo y, por tanto, reducir la necesidad de intervenciones médicas como cesáreas o partos instrumentales. Métodos que en ocasiones son inevitables pero que no están exentos de riesgo tanto para el bebé como para la madre.

Relaciones sexuales: evidencia mixta

Una de las creencias más extendidas es que mantener relaciones sexuales en las últimas semanas puede inducir el parto. Esta teoría se basa en que durante las relaciones, y especialmente en el momento del orgasmo, la mujer genera grandes cantidades de oxitocina, además de movilizar la musculatura que intervendrá en el alumbramiento. Y también en el hecho de que el semen del varón contiene prostaglandinas, una hormona que podría ayudar a madurar el cuello uterino.

Sin embargo, una revisión de tres ensayos clínicos con 1.483 mujeres sólo encontró diferencias leves, no muy significativas, en la incidencia de inicio espontáneo del parto entre las mujeres que mantuvieron relaciones sexuales antes de dar a luz y las que no.

Gatear: un mito sin evidencia

Otro de los consejos más frecuentes sugiere que adoptar la posición de gateo, y desplazarse así durante unos minutos cada día, puede ayudar al bebé a colocarse en una posición óptima para el parto.

Sin embargo, no se han encontrado estudios científicos que respalden esta práctica como método para inducir el parto, y la experiencia de las mujeres que lo han probado resulta altamente aleatoria.

Otros métodos: precaución y consulta

Existen otros métodos muy populares, que lejos de ayudar pueden llegar a ser contraproducentes, o requerir, al menos, de una consulta al ginecólogo. Los más escuchados son la estimulación de los pezones, el consumo de aceite de ricino o la acupuntura.

El primero podría liberar oxitocina y provocar contracciones, pero sólo en un estadio muy avanzado de la gestación, casi ya en los albores del parto, y debe realizarse con precaución y bajo supervisión médica.

El aceite de ricino puede causar efectos secundarios desagradables como náuseas y diarrea, por lo que puede ser incluso muy contraproducente. Y la acupuntura no ha demostrado ser efectiva en absoluto para inducir el parto en estudios controlados.

Paciencia y asesoramiento médico

Si bien algunas prácticas como caminar pueden ser beneficiosas y seguras, es fundamental armarse de paciencia y consultar con un ginecólogo antes de intentar cualquier método para inducir el parto.

Sobre todo porque cada embarazo es único, y lo más importante es garantizar la seguridad y el bienestar tanto de la madre como del bebé.

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