Ewan McGregor, junto a su hija Clara en 2016
La lucha de la hija de Ewan McGregor contra la ansiedad y los tranquilizantes
La actriz se ha sincerado en una entrevista reciente sobre el infierno que ha vivido desde los cuatro años
Desde que en 2017 se conoció la relación extramatrimonial de Ewan McGregor con su compañera de profesión Mary-Elizabeth Winstead, la vida del actor se derrumbó como un castillo de naipes. La familia que había construido junto a su por entonces mujer, la diseñadora francesa Eve Mavrakis, se vino abajo después de 22 años de matrimonio. Sus cuatro hijas, Clara, Esther, Jamiyan y Anouk, se pusieron de parte de su madre y su imagen pública quedó muy dañada. «Crisis de mediana edad», describieron varios periódicos británicos por aquella época. Para ninguno fue fácil reponerse de aquello y durante años sufrieron las consecuencias de aquel affaire que se convirtió en noviazgo y que trajo consigo este año la llegada del quinto hijo para McGregor, Laurie.
Tardó mucho en conseguir que sus hijas le volvieran a dirigir la palabra y fue motivado por los graves problemas que sufrió la mayor, Clara. En octubre de 2019, la joven confesó el infierno que vivió a manos de un hombre. Sufrió abusos físicos y sexuales durante un tiempo sin contárselo a nadie por vergüenza. «Me culpaba a mí misma», decía en una carta que hizo pública en su cuenta de Instagram.
En esa misma publicación reconocía que sufre ansiedad desde que era una niña, algo que le ha supuesto un gran sufrimiento durante muchos años de su vida. Fueron los suyos los que la intentaron ayudar cuando se dieron cuenta de su grave problema. «Mi familia vio hace años que las cosas estaban fuera de control y que no era yo pero no pudieron hacer nada», confiesa en una entrevista reciente. Por aquel entonces ya estaba enganchada a los tranquilizantes, que le provocaban graves efectos secundarios: «Cuando estaba con Xanax no tenía energía y me olvidaba de las cosas. Me daba mucho miedo que me olvidara de días enteros».
Tuvo que darse cuenta ella de la espiral de autodestrucción en la que se encontraba antes de poner de su parte para salir adelante. «Fue increíblemente difícil para mí dejar los tranquilizantes, pero ya no quería estar en ese espacio y nunca consideraría tomar uno de nuevo», afirma Clara McGregor en la entrevista que recoge Daily Mail. Ahora es una mujer nueva. Está muy volcada en su trabajo de actriz y en su reciente faceta de modelo. Es la imagen de la nueva campaña de lencería de lujo Bluebella, algo que años atrás no se hubiera atrevido a hacer, como así reconoce: «Subirme a un avión, conocer gente nueva y filmar una campaña de lencería... habría sido impensable. Pero después de trabajar durante un tiempo yendo a terapia, me siento mucho mejor».
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Además hace unos meses que estrenó su primera película junto a su padre, precisamente sobre una joven adicta a las drogas que acude a rehabilitación. Le ha servido para cerrar viejas heridas. Para interpretar al personaje se ha inspirado en sus propias vivencias: «Mi adicción y los problemas familiares que he tenido con mi padre me han servido de ayuda».
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