Chanel, en el pregón del Orgullo Gay y durante la actuación en Eurovisión
La hipocresía de la izquierda con Chanel: de rehén del machismo a símbolo de la tolerancia
La cantante dio el pregón del Orgullo en Madrid, en la plaza de Pedro Zerolo, enfundada en un vestido arcoíris
Los mismos que acusaron a Chanel de cosificar el cuerpo de la mujer y cantar una letra machista en el festival de Eurovisión la aplauden hoy por su pregón del Orgullo Gay en la plaza de Pedro Zerolo.
«Mi suerte ha sido que mis padres me han educado en amor y respeto. El amor mueve el mundo. Todos somos iguales. Da igual el color, la orientación y color de piel. De pequeña sufrí racismo y acoso. Lejos de hundirme, hoy me he convertido en una mujer más segura. Muchas de las personas que hoy estáis aquí habéis sufrido el rechazo y desprecio por el simple hecho de vivir vuestra vida. Os puedo prometer que voy a luchar todos los días para qué recibáis el Orgullo que os merecéis», defendió la artista.
Enfundada con un vestido con la bandera de arcoíris y un folio en la mano, su nombre fue coreado al afirmar: «Ha llegado el momento de convertir los insultos en gritos orgullosos. De protegernos». En cuestión de horas, Chanel se había convertido en la mayor defensora de la tolerancia y la libertad. Atrás quedaba la campaña de desprestigio orquestada contra ella por la izquierda por enseñar cacha y contonearse con gracia sobre el escenario.
Conviene recordar que desde se coronó en el festival de Benidorm, imponiéndose a Tanxugueiras y Rigoberta Bandini gracias a la votación del jurado, la izquierda cargó contra ella, intentando apartarla. Primero Comisiones Obreras pidió «dejar sin efecto» su triunfo. El BNG (Bloque Nacionalista Galego) y Galicia en Común, la rama gallega de Unidas Podemos, trasladaron al Congreso –a través de varias preguntas dirigidas al Consejo de RTVE– la polémica en torno a las votaciones del Benidorm Fest. Posteriormente, el PSOE denunció a través de la diputada socialista Lidia Guinart, en la Comisión Mixta (Congreso-Senado) de Control Parlamentario de RTVE, que la letra de SloMo «es una forma de prostitución».
Tras su excelente tercer puesto en Eurovisión, muchos de los que la habían criticado no tuvieron inconveniente en felicitarla. Ahora continúa la hipocresía aclamándola como la nueva defensora del amor libre y la tolerencia.
