La cantante Rosa López
El sorprendente posado de Rosa López en bañador
La primera ganadora de Operación Triunfo se ha desprendido de etiquetas e inseguridades
Desde que salió de la Academia de Operación Triunfo en el 2000, Rosa López se ha sometido a una transformación constante a todos los niveles. Se desprendió de su timidez y de la etiqueta de «Rosa de España» o «Rosa la gordita», como confesó en el documental Soy Rosa. Poco a poco fue venciendo sus inseguridades y ganó sus luchas internas. Aunque aún le queda camino por recorrer, a sus 41 años, es una mujer nueva y feliz.
Está enamorada y sentimentalmente estable al lado de Iñaki García, un policía con el que sale desde hace año y medio. «Le quiero con locura y espero que sea para toda mi vida. Esto es amor de verdad», confesaba recientemente.
A nivel físico, ha perdido 40 kilos gracias a una estratégica dieta y mucho deporte. El 80% de los alimentos que ingiere son veganos: «Me va de maravilla el mundo vegetal, me hace sentirme libre y conectada a todo y a todos. Llevo muchos años conectando con nuevos hábitos, como el de comer siempre limpio y lo más simple y correcto posible».
La cantante ha compartido en su cuenta de Instagram, donde reúne a 369.000 personas, un reels con varias fotos en bañador.
Rosa López lleva un traje de baño negro con aberturas a los laterales y asegura que es «postureo máximo». La publicación cuenta con más de 3.000 likes y elogiosos comentarios como «Cuerpazo», «Estás impresionante», «Estás guapísima y espectacular» o «Estás divina».
Rosa aprovechó la publicación del vídeo para dar las gracias a su club de fans que viaja tras sus pasos en la gira de verano con la que está recorriendo España. Recientemente, ha cantado en Valencina de la Concepción, en Sevilla, o Vicar, en Almería. En junio lanzó su nueva canción Esa Belleza, donde canta al amor propio y que ensalza la necesidad de confiar en nosotros mismos. Toda una declaración de intenciones. Aunque ella fue la ganadora de la primera edición de Operación Triunfo, acostumbraba a decir que nunca tuvo una vida de ganadora. Quizá eso también ha empezado a cambiar.