La relación entre los cuatro royals nunca ha sido del todo amistosa
Casa Real
¿Por qué Marie y Mary de Dinamarca nunca serán amigas?
La mala relación entre cuñadas se extrapola a la de sus maridos, hermanos y enfrentados por el trono de Dinamarca
La llegada a palacio de Marie Cavallier estuvo marcada por el divorcio de Joaquín de Dinamarca de su primera mujer, la condesa Alexandra, con quien había tenido dos hijos, Nicolás y Félix. Su romance empezó poco después aunque se habían conocido mucho antes, a finales de 2002, en una cacería organizada por amigos en común. Sus comienzos no fueron vistos por la corona danesa con buenos ojos dadas las indiscretas declaraciones que la francesa aireaba sobre su novio. La ruptura no tardó en llegar, pero también lo hizo la reconciliación, lo que supuso una nueva etapa en la que destacó la discreción.
De aquellos inicios allá por el 2007 han pasado ya quince años. Sin embargo, hay algo que en todo este tiempo no ha cambiado, la supuesta antipatía entre cuñadas: Marie Cavallier y Mary de Dinamarca, mujer de Federico, heredero al trono. En medio de la guerra que se está viviendo después de que la Reina Margarita haya retirado los títulos de príncipes a cuatro de sus nietos, los hijos de Joaquín de Dinamarca, este tanto Marie Cavallier han querido expresar ante el diario BT cómo se sienten ante la actuación de la soebrana y cuál es su relación actual con los herederos.
Joaquín de Dinamarca y la Princesa consideran la obra de Margarita de Dinamarca una traición y aseguran que sus hijos están profundamente apenados por la decisión. Algo que ellos también ponen de manifiesto al ver cómo estos pasan de ser príncipes a simples aristócratas sin beneficios reales.
«¿Cómo es vuestra relación?», preguntó el periodista. «Como puede ser», respondió Joaquín. «Entonces, ¿es complicada?», insistió el periodista. «Es complicada. Eso es todo», afirmó la princesa Marie, dando entender que el distanciamiento familiar en un hecho. Los hermanos nunca han estado del todo unidos. Sí que es verdad que siempre han mantenido un apego cordial, aunque cuando se casaron, sus caminos se distanciaron enormemente, hasta el punto de que apenas coinciden en actos públicos.
Mary y Federico de Dinamarca nunca han tenido buena relación con sus cuñados
Si la escisión familiar entre los hermanos es un hecho, la frialdad entre las cuñadas es un secreto a voces. Se desconoce a ciencia cierta el origen de esta animadversión mutua, cuando deberían estar más unidas que a otros miembros de la realeza. Ambas tienen procedencia plebeya. Mary es hija de unos escoceses emigrantes instalados en la isla de Tasmania, en Australia. Marie, por su parte, pertenece a una familia francesa con pedigrí y se formó en un exclusivo internado en Suiza en el que consagró relaciones con la aristocracia europea.
Hay quien asegura que es precisamente estos orígenes tan comunes por estar alejados de palacio, pero, a la vez, tan dispares, los que las llevó a distanciarse desde que se conocieron. Mientras la futura Reina goza del favor popular y se gana con simpatía y cercanía a los daneses, la segunda destaca por cierto aire altivo con el que no es capaz de romper.
Expertos reales apuestan a que Mary de Dinamarca ve en la francesa una rival que haga peligrar su jefatura de Estado y su hasta ahora impecable opinión pública. El hecho, además, de que el Príncipe Joaquín supuestamente haya sentido siempre un amor especial por su cuñada, la futura Reina, no ayuda en absoluto. Hay quien asegura que esa ligera obsesión fue lo que le llevó a buscar a un clon con los mismos gustos estéticos. De hecho, el mismo año que intercambiaron sus votos la revista danesa Svensk Damtiding publicó en la portada una imagen del príncipe Joaquín intentando besar a su cuñada bajo el colorido titular de «Joaquín toquetea a Mary».
«Aunque parezca chocante, la bella Mary no solamente se dejó besar sino que participó con una sonrisa en la demostración de amor de su cuñado… Mientras tanto, Marie con cara de circunstancias pasó el mal rato de la forma más civilizada que pudo», escribió la revista.
Marie y Joaquín de Dinamarca fijaron en Francia su residencia por mandato real
Este supuesto amorío en la corte no ayudó, pero el verdadero distanciamiento entre los dos matrimonios se hizo patente cuando en 2019 Joaquín de Dinamarca, con sus dos hijos, Henrik y Athena, así como los dos vástagos del primer matrimonio del príncipe, Nikolai y Felix, se trasladaron a Francia, país natal de ella y donde ahora él trabaja como delegado para asuntos de Defensa en la embajada de Dinamarca en París. Un viaje que, en un principio, fue vendido por la casa real como algo temporal –a pesar de que fue impulsado por ellos mismos–, pero que, dado los últimos acontecimientos, podría ser de carácter permanente.
Marie Cavallier no perdona que cuando en marzo el príncipe Henrik tuvo que ser ingresado por una afección respiratoria no recibiese la visita de Mary de Dinamarca, algo que tampoco sucedió cuando el Príncipe Joaquín sufrió un derrame cerebral. En ambas ocasiones, tan solo fue Federico de Dinamarca quien viajó hasta Francia para conocer de primera mano cuál era el estado de salud de su hermano y su sobrino.
A pesar de ese desprecio público, los considerados ovejas negras de la familia real danesa son Joaquín y Marie, quien siempre se ha tenido que enfrentar a ser comparada con Mary. Ya en su día la prensa aseguró que no era más que una copia lowcost de Mary y que intentaba llegar a palacio por todo lo alto, obligando, incluso, a que los dos hijos mayores de su entonces prometido, la llamasen Princesa.
Fuere como fuere, la casa real danesa se enfrenta ahora a uno de sus momentos más críticos, siendo muchos los que apuestan que Marie y Joaquín podrían ser los próximos Harry y Meghan, no por el hecho de abandonar la familia real, sino por sacar a la luz los trapos sucios escondidos en palacio.
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