La mujer del Príncipe Harry vuelve al centro de la polémica con el nuevo episodio de su podcast
Meghan Markle y su pasado como azafata de televisión: «No me gustaba sentirme obligada a ser solo guapa»
Reconoce que estaba agradecida por el trabajo, pero no con cómo le hacía sentir
Después de un parón de casi un mes por el fallecimiento de Isabel II, Meghan Markle ha vuelto a su podcast Archetypes. Lo ha hecho en compañía de Paris Hilton, con quien, en su sexto episodio, ha comentado, en la misma línea argumental de siempre, problemas sobre los estereotipos en los que han estado encasilladas a lo largo de su vida por factores externos.
Para ello la mujer del Príncipe Harry recordó su pasado en el programa de televisión estadounidense Deal or no Deal, al comienzo de su carrera a principios de la década de los 2000. La joven actriz aparecía ataviada con sugerentes vestidos sosteniendo un maletín, mientras los participantes apostaban por la que contenía la mayor suma. Aunque reconoce que estaba agradecida como actriz por haberle dado la oportunidad de trabajar, tener sus ingresos, pagar sus facturas y tener acceso al servició médico, también explica que se sentía una simple «apariencia sin mucha profundidad».
Sobre todo porque, por aquel entonces, ya había terminado sus estudios en Relaciones Internacionales en la universidad y recordaba día tras día cuando había conseguido trabajar en la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires. «Allí fui apreciada por mi cerebro. Aquí, por algo completamente opuesto».
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Frente a Paris Hilton, Meghan Markle continúa: «Sabía que yo era mucho más de lo que se veía en el escenario. No me gustaba sentirme obligada a ser solo guapa». Antes de las grabaciones del programa, las modelos hacían fila para diferentes cuestiones: pestañas, extensiones, relleno del sujetador... Incluso tenían sesiones gratis de bronceado cada semana: «Había una idea muy sencilla de cómo debíamos lucir con precisión».
La otrora actriz no tardó en dejar el programa, a pesar de que eso suponía no tener tanta facilidad para pagar las facturas: «Estaba agradecida por el trabajo, pero no por cómo me hacía sentir. Y, por cierto, estaba rodeada de mujeres inteligentes conmigo».
Además declaró que no quería reproducir este patrón con su hija, Lilibet: «No veo esto como una aspiración para una mujer, quiero que nuestras hijas aspiren a ser un poco más ambiciosas. Quiero que mi Lili quiera ser educada y inteligente y esté orgullosa de sí misma».
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