El diseñador Lorenzo Caprile
Cómo vestir para los premios Princesa de Asturias, según Lorenzo Caprile
«Cuanto más austera y sencilla mejor. Por ejemplo, un dos piezas, ahora que el protocolo se ha relajado», declara el modista
En la víspera de la entrega de los premios Princesa de Asturias recibo la llamada de Lorenzo Caprile para darme las gracias por dedicarle un espacio en el libro que acabo de publicar sobre los dieciocho años que lleva la Reina Letizia en la Familia Real española; «Duerto, qué bonito lo que has escrito de mí y cómo me haces hablar siempre». Y me pongo roja de la vergüenza porque yo, en agradecimiento, tenía que haberle enviado un ejemplar de Letizia, una mujer real al hotel donde vive y se me ha olvidado. Él es educado en la misma proporción que discreto «no me tires de la lengua que siempre me haces hablar y luego me meto en líos». A la hora de hacer repaso a los chascarrillos, unos regios y otros mundanos, me relata el perfecto manual estilístico para acudir a los premios Princesa de Asturias en Oviedo y lo comparto con ustedes, que es lo mínimo que puedo hacer para reparar mi error con el maestro.
En la invitación se suele especificar el atuendo correcto para hombres y mujeres. Cóctel para ellas y traje oscuro para ellos, pero algunos se relajan y otros se entusiasman. Pues, según Lorenzo Caprile, ni lo uno, ni lo otro «cuanto más austera y sencilla mejor. Por ejemplo, un dos piezas o ahora que el protocolo se ha relajado, no dudaría con una chaqueta que tenga un buen corte, tipo Adolfo Domínguez. Es que yo no entiendo, que algunas invitadas, vayan a ese teatro con pedrería o una abertura hasta la ingle. Y no lo entiendo porque son unos premios prestigiosos y no vas al Folies Bergère. Una cosa es un cóctel bueno y otra vestirse como una madrina de pueblo y que me perdonen las madrinas de los pueblos, pero la ceremonia de la entrega de los premios Princesa de Asturias, no son los Oscar».
Y qué pasa con las joyas porque hubo cierto revuelo en Alemania cuando Doña Letizia con traje de tarde se puso unos pendientes importantes en cascada, que algunos apreciaron que eran más correctos para una noche de gala. Caprile es tajante: «Si tienes una buena joya es el momento de lucirla. Cuanto más sencilla sea la base es el momento de lucir unos buenos pendientes o un broche importante, esa es la recomendación que nos dejó el maestro Balenciaga y yo lo secundo al cien por cien».
Hay errores que al modisto le chirrían y se pone hasta nervioso cuando ve invitadas «con un hombro descubierto y el otro tapado o con un drapeado de brillis. Hay que evitar la ostentación. Si tienes el privilegio de ser invitado, no lo dudes y cuanto más austera vistas mucho mejor».
La excepción son las Reinas Sofía y Letizia y sus hijas «para ellas la manga sería más ancha porque es su día, especialmente de la princesa. Ellas son los protagonistas. Por una vez que pueden lucirse que se luzcan».
En el teatro Campoamor de Oviedo, sede de la ceremonia de entrega, caben mil trescientos invitados, más o menos la mitad son mujeres, los hombres ya se sabe que tienen más limitado su campo de acción estilístico, de ahí que se equivoquen menos. Así que el consejo final de Lorenzo Caprile se dirige a ellas; «Cuanto más sencilla y austera mejor. Para entendernos más de Adolfo Domínguez que de Victorio Lucchino. Y en colores la amplia y discreta gama cromática de grises, verdes o azules. Lo importante es que sea una buena pieza y muy formal. Pantalón o media pierna, eso ya va en gustos, pero que se vea buena y con un calzado estiloso sin entrar en el mundo de las plataformas. No es el día».
Treinta años de taller
Lorenzo Caprile, el hombre al que si le llamas diseñador se altera, siempre reivindica ser modisto, casi casi está diagnosticado de Diógenes, acumula libros y trajes como si tuviera que leer y vestir a la humanidad entera. Son tantos que ya casi no le caben en una nave inmensa.
Hay veces que algunos los recicla para sus obras de teatro, ama el vestuario de escena y siempre está metido en alguna producción. «Estrenamos en Valladolid en noviembre, una comedia amorosa Abre el ojo del siglo de oro. Hemos cosido unos diez trajes y mi sueño, de aquí a un par de años para celebrar mis 30 años de taller, es hacer en curso 2023/24 una exposición con mi colección en cualquier lugar de España», explica. Mientras, está emocionado con su programa Coser y contar en la televisión autonómica de Madrid «soy el telonero de Madrileños por el mundo y hablo del mantón de Manila, del bordado, de la capa española, de Eugenia de Montijo o del corsé de Isabel II. Es un lujo de programa».
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