Eugenia Martínez de Irujo
Entrevista
Eugenia Martínez de Irujo: «Me sienta fatal que me llamen duquesa»
Su pasión por los animales, que heredó de su madre, hizo que comenzase a retratarlos en el confinamiento, siendo el comienzo de un éxito artístico sin precedentes
Si a la hija de la duquesa de Alba la llamas duquesa se enfada y mucho. Cualquiera daría palmas con los pies o cedería parte de su fortuna por serlo, pero a ella le «sienta fatal y me pone de muy mala uva». Así que tendremos marquesa con Tamara, pero duquesa, con Eugenia queda descartado.
Descartada la nobiliaria a Eugenia le apasionan los animales, tanto que forman parte de su vida y de su profesión; diseña joyas con animales y dibuja vajillas para Sushita. Algo que comenzó en los cuatro meses que estuvo confinada en el campo, cuando rescató sus pinturas y se dedicó a hacerles dibujos a todas sus amigas, con la particularidad de imaginárselas como animales.
–¿A su marido con qué animal le identificaba?
–No, es que Narcís se quedaba con todos. Veía el tucán y lo quería, la cebra y también… Todos le gustaban y los quería todos. Y de ahí surgió la exposición con fines benéficos para la Fundación Querer. A raíz de eso me propusieron dibujar las vajillas de Sushita.
Entre sus animales favoritos está el tucán y la cebra porque le encantaban a su madre
–¿Pintaba en el estudio que tenía su madre en el palacio de Liria?
–En su estudio no, yo me iba de pequeña a su cuarto, cogía mis lápices de colores y llenaba mis cuadernos de casitas con árboles y personas y aún los guardo. Siempre me ha gustado pintar, pero siempre lo he hecho a escondidas.
–¿Qué tienen en su familia con los animales, que hasta Zuloaga pintó a su madre con su caballo y Mickey Mouse?
–Y el pobre acabó harto, je, je. El nieto de Zuloaga siempre me lo dice que, desde que su abuelo pintó a mi madre, se plantó y dijo que no volvía a pintar a niños, acabó harto de mi madre, je, je.
El amor por los animales es mi gran pasión y también la naturaleza, eso me viene por mi madre, lo tengo claro. Yo acabaré viviendo en el campo, es que no lo dudo, lo tengo clarísimo.
Asegura que nunca se ha beneficiado de su título, al que le une un vínculo sentimental
–¿Y hace como la Reina Sofia que limpia playas y bosques?
–Nunca he ido, pero no me importaría. Nunca me lo han propuesto, pero si me lo dicen ahí me planto como ella a limpiar.
–¿Cuándo habrá una serie La duquesa?
–Nunca, ni de broma. Me lo han propuesto, pero ni de coña porque no tengo nada interesante que contar. Las series tienen que ser para gente que ha hecho cosas muy importantes y son personas relevantes. Por ejemplo, los Beatles o Colón, ¿pero yo?
–¿La duquesa sería muy rotundo?
–Para empezar eso me sienta fatal. Jamás he utilizado mi título. Nunca y me pone de muy mala uva que me llamen duquesa. Será bonito para los demás, pero a mí no me gusta. Es un tema sentimental porque mi madre me dio ese título cuando yo era joven y lo tengo sentimentalmente encantada. Jamás he llamado nunca a ningún sitio diciendo que soy la duquesa de Montoro y mucho menos tengo toallas bordadas y jamás he firmado como tal.
–¿Y cuándo recibe invitaciones del palacio real no las dirigen a la Señora Duquesa?
–No recibo nunca invitaciones para el palacio real, je,je. Yo soy Eugenia Martínez de Irujo sin más. Y por fin, después de costarme mucho, hasta en las invitaciones he conseguido que pongan solo mi nombre.
–¿Cuántos animales tiene?
–Cinco cerdos, cuatro burros, un caballo, un poni, decenas de gatos y once perros. Todos viven felices en el campo y son muy mayores, eso me preocupa. En Madrid solo tengo cuatro perros.
–¿Cuándo fallecen los entierra en el cementerio perruno del palacio de Liria?
–No, en el campo. Son mis amores, son mi familia y lo paso fatal porque ahora los tengo muy mayores. ¿Sabes la angustia que sufro cada vez que me voy de viaje? Tanto es así, que no me voy más de cuatro días porque lo paso fatal viendo sus caras cuando ven la maleta.
–¿Y para viajar?
–No sabes lo divertidos que eran nuestros viajes de pequeños en el tren coche cama a Marbella, parecíamos del circo. Llevábamos los loros en unas cajas de madera con agujeros para que respiraran y decíamos que eran porcelanas, pero todos sacaban el pico por los agujeros y era un cachondeo.
–Por cierto, ¿vende muchas vajillas?
–Estoy muy contenta y más porque ya hay varios restaurantes que las han comprado.
–¿Cuál es el animal que tiene más éxito?
–El tucán y la cebra y ahora estoy haciendo una nueva serie también para Sushita, pero solo con aves. Me encantan todos los animales, pero mis favoritos son la cebra y el tucán. Los hice pensando en mi madre porque le encantaban.
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