El Rey Carlos III
El problema de salud que Carlos III ha silenciado durante años
El Príncipe Harry detalla en sus memorias los «dolores constantes» que ha padecido su padre, derivados de un accidente que sufrió en el año 2001
«Nunca quejarse, nunca dar explicaciones». La frase atribuida a Benjamin Disraeli, adalid del conservadurismo en la era victoriana y único primer ministro judío del Reino Unido, guió los pasos de Isabel II, en su afán por mantener la neutralidad y aplacar las polémicas. Una máxima acertada, que por desgracia nunca siguieron el Príncipe Harry y Meghan Markle.
Las memorias del hijo menor de Carlos III Spare coparon durante semanas los titulares, pero algunos detalles pasaron desapercibidos. En uno de los capítulos, Harry aborda sus estancias en el castillo de Balmoral, la fabulosa residencia escocesa de la Familia Real que ocupa 20.000 hectáreas y dispone de 50 habitaciones. El duque de Sussex rememora cómo deambulando por el interior y el laberinto de pasillos y estancias se encontró con algunas escenas llamativas.
«Abres la puerta equivocada y puedes toparte con papá mientras su ayudante lo ayudaba a vestirse. Peor aún, podrías encontrarlo haciendo sus ejercicios, en calzoncillos, apoyado contra una puerta o colgado de una barra como un hábil acróbata. Ejercicios prescritos por su fisio, el único remedio eficaz para el dolor constante en el cuello y la espalda de papá. Viejas lesiones de polo, en su mayoría», puede leerse.
El entonces Príncipe Carlos, jugando al polo
En un pasaje posterior de Spare, Harry describe un accidente de su padre, durante un partido de polo. «Cuando era niño, había visto a papá caer [fuertemente], el caballo cedía, el suelo lo golpeaba y se lo tragaba al mismo tiempo. Recuerdo haber pensado: '¿Por qué papá está roncando?' Y luego alguien gritando: '¡Se ha tragado la lengua!'».
Hasta ahora, desde Casa Real no habían deslizado ningún detalle sobre el dolor constante que ha experimentado el hijo de Isabel II, durante las décadas en las que estuvo cumpliendo con cientos de compromisos y sirviendo como patrocinador de más de 420 organizaciones y dirigiendo Prince's Trust, que ha recaudado cientos de millones de libras para ayudar a jóvenes desfavorecidos en el Reino Unido y la Commonwealth.
La prensa del Reino Unido publicó en el 2001 que el Príncipe de Gales había resultado herido y trasladado al hospital, tras sufrir una aparatosa caída, mientras jugaba al polo. En general, la impresión era que podría tener unos rasguños.
El Príncipe Guillermo y su padre, en una imagen de 2005
Solo años después, en 2006, el Príncipe Carlos ofreció una versión distinta de la caída, revelando cómo se sucedieron los hechos. «Aterricé absolutamente sobre mi cabeza» y el caballo «me derribó por completo».
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