A Isabel Díaz Ayuso le gusta bromear con que ella sigue la filosofía del «gym y el ñam». Primero sale a correr y luego, estira con una cañas. Se declara fan de la cerveza, el mejor reconstituyente para un mal día. «No hay nada que no pueda arreglar una Alhambra». La presidenta de la Comunidad hizo de la hostelería uno de los ejes de su discurso durante las pasadas elecciones, acuñando el término irónico «tabernarios». Todo apunta a que el próximo domingo 28 de mayo, los tabernarios volverán a darle su apoyo y brindará en uno de los locales donde mejor la conocen.
Ni Subo Ni Bajo es una tapería gallega, en la calle García de Paredes, situada a escasos metros del Mercado de Chamberí. Allí se da cita con su madre y su hermano o sus amigos. También invitó a su compañero Alberto Núñez Feijóo, quien al principio se negó a ir por el nombre del restaurante, fiel reflejo del carácter gallego. Finalmente, aceptó y quedó encantado con la calidad de su «pulpiño a feira, con cachelo y aceite de oliva».
Al frente de esta taberna gallega se encuentra un paisano del líder del PP. Manuel Fernández, nacido en Ponteareas (Pontevedra), abrió hace 22 años este negocio de cocina gallega que cuenta con una fiel clientela. «Ni subo ni bajo es sol y lluvia, es morriña y es casa, es caldo y verbena... Es tu avoa, es estar aquí y ahora, vivir a la gallega, es subirte a una escalera y que nadie sepa si subes o bajas», puede leerse en su página web.
Los imprescindibles del restaurantes son la tortilla de Zorza, con picadillo de chorizo, huevo y patata con un toque de estilo betanzos o los huevos rotos con queso de Tetilla y champiñones. La debilidad de la presidenta son los canelones de pollo de corral con verduritas al horno y las zamburiñas con salsa de vino blanco.
El templo del flamenco en Madrid también recibe con frecuencia la visita de la presidenta. El Corral de la Morería es un rincón lleno de historia que rastrea en la tradición y derrocha duende y sabor. En 1956, Manuel del Rey fundó este establecimiento icónico, que recientemente The New York Times incluyó como imprescindible en una visita a Madrid y que presume de una estrella Michelin y tres soles Repsol. Cuenta con dos espacios gastronómicos preparados para disfrutar de la alta cocina: el restaurante de nombre homónimo, con cuatro mesas, y el restaurante Tablao. David García es el artífice de los fogones en la catedral del flamenco.
Para darse un homenaje de carne, Ayuso se deja caer por Charrúa, un restaurante uruguayo, ubicado en pleno barrio de Justicia, donde es habitual ver muchos rostros conocidos como Tamara Falcó o Mario Vargas Llosa. El local toma su nombre de una tribu indígena que habitó en el siglo XVI en los territorios que hoy forman Uruguay. Charrúa rinde homenaje al fuego, que se alimenta con leña para asar deliciosas verduras como puerros, berenjenas japonesas o boniatos. La carne procede de diferentes países: el ojo de bife de novillo angus de Uruguay, el Tomahawk de vaca Ayrshire desde Finlandia, el lomo Simmental de Alemania y las piezas de Black Angus, como la entraña, directas de EE.UU.
Para la comida asiática, Isabel Díaz Ayuso se decanta por Ugo Chan, una cocina japo-castiza, que abrió sus puertas en el barrio de Chamartín, a finales de 2021. En su carta se encuentran clásicos nipones, como nigiris y gyozas, y españoles, como los callos y las migas. En el poco tiempo que lleva abierto, Hugo Muñoz ya ha conquistado una estrella Michelin y un Sol Repsol.
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