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La ventrílocua Mari Carmen con Doña Rogelia

El último deseo sin cumplir de 'Mari Carmen y sus muñecos'

Su nombre completo era María del Carmen Martínez-Villaseñor Barrasa, pero eso no lo sabía nadie. Siempre se presentaba como Mari Carmen y a partir de su éxito en televisión y platós de radios, su apellido pasó a ser «y sus muñecos». Durante los últimos años de su vida se mantuvo alejada de los focos e incluso en alguna ocasión tuvo que salir a desmentir su propia muerta. La de verdad, la definitiva, la sorprendería el pasado 15 de junio, en su casa de Tenerife, a los 80 años, tras desplomarse por las escaleras al sufrir un infarto.

Divorciada y con un hijo, su auténtica familia la componían sus cuatros muñecos: el león Rodolfo, la pequeña Daisy, el pato Nicol, y la malhumorada Doña Rogelia, que la auparon a la fama y lanzaron su faceta como ventrílocua.

Su hijo Miguel Almazor atendió a las cámaras de televisión, desde el tanatorio de Majadahonda, donde descansaban los restos de su madre, y se pronunció sobre qué ocurriría con sus muñecos. «Los muñecos estarán en el corazón de todos los españoles que la recuerden… Ese será su sitio. Su sitio no será una maleta», decía. Pese a los rumores de que una conocida empresa lo querría exponer al público, quiso desmentirlo: «Jamás los expondré. Una de las máximas de mi madre era ‘nunca enseñes los muñecos si no estoy yo dándoles vida’».

Miguel Almanzor, en el funeral de su madreGTRES

Mari Carmen fue enterrada el pasado jueves en el cementerio municipal de su tierra natal, Cuenca. Antes de morir, dejó preparadas cuatro lápidas: una para ella, otra para su hijo, la pareja de éste y su nieta. Mostró la fortaleza y la valentía de dejar grabado su epitafio, que reza «Mari Carmen y vuestros muñecos reiremos juntos desde el cielo». «Hay que tener mucho valor para hacer eso en vida. Tenía pagado el transporte y hasta el catering. Hasta ese punto era organizada y trabajadora mi madre», confesó Miguel Almanzor.

Un viaje sin hacer

Además de su hijo y sus muñecos, la muerte de Mari Carmen impactó a todos los amigos que la querían, como José Manuel Parada, uno de los primeros en reaccionar y al que reconfortaba que la ventrílocua se hubiera marchado sin sufrir. También mostró su pesar, Charo Reina, quien este domingo visitó el plató de Fiesta. Contó que la ventrílocua tenía planeado hacer un viaje hasta Las Vegas con ella que, tras su fallecimiento, se hace ya imposible. La actriz, muy emocionada, explicó que fue Mari Carmen quien la convenció para hacer el viaje. «Me decía, tú come mientras yo juego».