Entrevista
Rocío Crusset: «Soy super patriota, si fabricase mis joyas fuera de España, el precio sería más bajo»
A sus 29 años, Rocio Crusset habla con El Debate sobre sus próximas metas, su vida en pareja con un Cipriani
Rocío Crusset, Sevilla 29 años, nació con una radio en la almohada y una televisión en la pared. Sin embargo, la modelo y empresaria sevillana escogió el apellido de su abuela paterna «con ella he tenido una relación muy estrecha y su apellido es elegante y original» en vez del de sus famosos progenitores. El periodismo, que ejercen su padre Carlos Herrera y su madre, Mariló Montero, lo tiene en el mayor de los respetos y admiraciones, pero no piensa ni por lo más remoto dedicarse a ello, aunque las puertas las tenga abiertas.
Quizás por ello ha escogido un apellido sin influencia, vivir en Nueva York, tener un novio JAPS, Joven Aunque Sobradamente Preparado, como ella y trabajar desde su adolescencia. Llega a los 29 años con una vida muy vivida y con una marca, Crusset, que pretende ser una firma global. El día siete presenta en Madrid una nueva línea de negocio, una colección de moda en colaboración con el diseñador Carlos Duarte, que añade a sus colecciones de joyas.
–Eres hija de dos comunicadores. Esa genética cómo se lleva
No he seguido la vocación familiar porque no la tengo pero valoro el nivel periodístico que he visto en casa. Yo me dedico a la moda y al diseño. Mi pareja sí que ha seguido los pasos del negocio familiar porque es su pasión y es muy bueno. Sabía que existía Cipriani pero no había ido a sus restaurantes nunca antes de conocerle y desconocía cual era la magnitud del negocio de su familia.
–Eres muy independiente y no te ha ido mal
La carrera en el CEU me la pagaron mis padres, pero el master en la Parsons me lo pagué yo, igual que el apartamento de Nueva York y mi piso en España. Llevo trabajando desde jovencita en una profesión muy bien remunerada. No me ha caído del cielo, lo que tengo me lo he conseguido yo sola.
–Las joyas las fabrica en España
Si, todo se hace en España. Quise que fuera made in Spain por mantener mis raíces y porque estoy presente en todo el proceso de desarrollo. Y mi tienda es mundial porque sólo vendo on line, con acciones puntuales en pop up efímeras. Seguramente, si fabricase fuera de España, el precio sería menor pero no la calidad. Soy super patriota, estoy enamorada de España, tenemos muchísimo talento y mi inspiración bebe de mis raíces.
–Eso ha hecho que Cipriani introduzca el gazpacho en su menú
–No, no creo. En cada restaurante tienen una carta distinta. No mando en los menús de Cipriani, no tengo influencia. Yo en los negocios apoyo a mi pareja en absolutamente en todo y le doy mi opinión, cuando me la pide, pero son solo consejos y opiniones. Todo lo más que hice fue intentar que metieran un plato muy español, los huevos con patatas, pero no lo he conseguido aún.
–¿Después de las joyas qué viene?
El objetivo de mi marca es ser 360 grados, quiero que mi clienta pueda crear un armario en base a Crusset, con accesorios y ropa. Yo todo lo que hago es en versión mini. No produzco a lo grande y no atosigo con muchos diseños distintos. Prefiero menos es más. Creo que la industria de la moda tiene que cambiar. Es mejor menos cantidad y más calidad. Lo siguiente es lo que presentaré dentro de unos días, una colección cápsula de unos modelos para ocasiones muy especiales, fiestas, eventos, cenas.
–Has pasado por todos los estamentos del diseño y podrías hacer tu sola la colección textil, sin embargo vas de la mano de un diseñador
Sí, la hago en colaboración con Duarte y lo conozco muy bien porque he vestido mucho de él en estos últimos años. Soy conocedora de su patronaje, calidad y confección. Antes de meterme de cabeza a diseñar ropa yo sola, quería hacerlo en colaboración con Duarte porque es verdad que tengo los estudios en una de las mejores universidades de diseño del mundo, pero la vida real es otra cosa.
–¿Tu marca Crusset fue tu trabajo fin de carrera en la Parsons?
No fue al cien por cien así porque la idea de tener una marca global ya me rondaba desde antes de entrar en la escuela, pero sí que lo completé allí. Durante la covid quise empaparme de conocimiento y así, aprendí tanto, que la colección inicial con la que lo lleve a cabo no tiene nada que ver. Durante los dos años y medio de mis estudios en la Parsons desarrollé la imagen de marca, el branding, el diseño de la web, la dirección artística y la creativa, digamos que le fui dando forma.
–Viviendo con un Cipriani ¿Cómo concilian en casa?
No conciliamos mucho en ese sentido de la cocina porque nunca comemos en casa y solemos cenar fuera. Somos mucho de salir pero si toca quedarse, entonces cocinamos los dos.
Antes de meterme de cabeza a diseñar ropa yo sola, quería hacerlo en colaboración con Duarte
Por cierto, me gustaría anunciar vuestro compromiso
Para eso todavía queda. A mi me gustaría darte esa noticia pero no tenemos prisa. Nosotros estamos muy bien como estamos, además estamos tan ocupados yendo a tantas bodas de amigos que no podríamos organizar la nuestra. Sinceramente nunca he soñado con mi boda. Tengo amigas que se han visto vestidas de novia, pero a mi me da un poco de vértigo cerrar una fase de mi vida y empezar otra. Como nunca he soñado con ese momento no sabría cómo lo haría, si me vestiría de blanco o qué haría
–Por curiosidad, con tanto trasiego ¿Dónde votas?
En Madrid y las dos últimas veces he votado por correo por si las moscas no me pillaba aquí, como así fue. Hay que votar eso está claro. Soy joven pero muy concienciada. Mis padres siempre me han dicho que votase aunque fuera en blanco pero hay que ejercer ese derecho.
–¿Sigues viviendo en Nueva York?
Llevo casi seis años viviendo en Nueva Yok. Antes de instalarme definitivamente allí, he estado viniendo mucho a España. Ahora tengo mi base fija en Nueva York. Me compré un apartamento en 2020 y lo tengo alquilado y yo vivo con mi pareja. No me ha ido mal, era una inversión que quería hacer y lo compre en un buen momento. Quería asegurarme algo en esa ciudad porque alquilar un piso allí es complicadísimo.