Carmen Martínez Bordiú, en la plaza de Las Ventas
Carmen Martínez-Bordiú explica por qué se 'exilió' en Portugal y qué le horroriza de España
La nieta de Franco ha viajado a Madrid para cumplir con una celebración familiar y se ha mostrado molesta con la prensa
Carmen Martínez-Bordiú lleva una apacible vida en Portugal desde 2018, lejos de los focos y las preguntas incómodas de la prensa. Tras la muerte de su madre Carmen Franco y Polo y el reparto de su herencia, decidió que era tiempo de marchar y comenzar una suerte de ‘exilio’ voluntario. Rara vez coge el teléfono a un periodista y cuando le escriben por whatsapp contesta, con educación, que prefiere no hablar.
Durante seis años mantuvo una relación sentimental con el joven surfista Tim McKeague, junto al que se estableció en Sintra, aunque su amor no llegó a buen puerto. La nieta de Franco ha permanecido ajena a todo tipo de comentarios o rumorología ya fuera sobre ella o su familia.
Sus visitas a España se producen en Navidad o en alguna fecha señalada, pero intenta no dejarse ver. Este pasado fin de semana, recaló en Madrid para asistir la boda de su sobrino Daniel Martínez-Bordiú, hijo de su hermano Cristóbal, y de Josefina Victoria Toledo. Una reunión familiar en la que coincidieron todos los hermanos de Carmen en la finca Valdefuentes, en Arroyomolinos.
Carmen Martínez-Bordiú y José Miguel Carrillo de Albornoz
La aristócrata aprovechó su estancia para reencontrarse con viejos amigos y también con Luis Miguel Rodríguez, conocido popularmente como El Chatarrero, con quien mantuvo una relación entre 2012 y 2014. Juntos se acudieron a la plaza de toros de Las Ventas, donde toreaban Serafín Marín, Noel Gómez del Peral y Rubén Pinar. Antes compartieron mesa y mantel juntos.
La persecución de los reporteros
Durante su estancia en Madrid, Carmen Martínez-Bordiú explicó a los reporteros por qué se siente tan incómoda en su país. «Buenas tardes. No os molestéis porque no voy a contestar absolutamente a nada. Lo siento por vosotros, pero nada. Me voy mañana por la mañana muy temprano porque precisamente esto es una de las cosas que me horrorizan de España».
Martínez-Bordiú pidió varias veces a los reporteros que la dejasen en paz y se negó a responder a las cuestiones sobre la relación que mantiene con su ex, recalcando que «me gusta hacer mi vida y no me gusta dar explicaciones de nada».
A sus 72 años, y con esas palabras, Carmen Martínez-Bordiú se refiere a que disfruta con su familia, ejerce como abuela y viaja a Burdeos para estar con su hija Cynthia y sus nietos. Cuando puede también se reúne con Luis Alfonso y Margarita Vargas y sus cuatro niños.
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